LA IGLESIA PLANA Y LA IGLESIA DE DISCIPULOS

La Iglesia plana Vs. La Iglesia de Discípulos

Para entrar en el concepto ekklesia (iglesia) debemos revisar la historia:
Para definir correctamente Iglesia debemos usar los sinónimos de “llamados afuera”, “Asamblea”, “Cuerpo”, “Tabernáculo” o “Santuario”. Todos estos sinónimos están empleados en el Nuevo Testamento. La Iglesia constituye así un conjunto de sentidos que nos dan una idea de lo complejo que resulta hablar de ella. Porque a la vez que es un “equipo” como asamblea, también son los que “salen” afuera, al mundo, a conquistar el mundo. Mientras también esas mismas personas que constituyen la Iglesia son el Cuerpo de Cristo, el Tabernáculo o Santuario donde habita Dios en su completa plenitud (Efesios 1).
Necesitamos entonces recorrer brevemente la historia para que volvamos al original, al DISEÑO en el corazón del Señor; quién dio Su vida por ella. Necesitamos hacerlo porque hoy el concepto nos ha llegado torcido por la tradición y reproducción de modelos que distan mucho de estar alineados a la Iglesia bíblica. Vamos, comencemos:
1.                  Jesús habló solo dos veces de la iglesia
2.                Los Hechos de los Apóstoles muestran de forma acabada cómo se constituye la iglesia en el DISEÑO de Dios
3.                La iglesia romana imprime su sello hasta la actualidad

Es particularmente este 3° punto histórico que nos interesa ahora examinar, pues hemos heredado una iglesia -cristiana- bajo el diseño ROMANO, y no hemos examinado lo que recibimos con esa terrible herencia.
Todos los cristianos actuales, casi sin preguntarnos, pensamos que el diseño de la Iglesia actual es el correcto, pero lo animo a que revise conmigo esta parte de la historia y lo que dice la Biblia al respecto, así podemos ver las cosas en perspectiva.
El cristianismo en el Imperio Romano fue aceptado como la religión oficial por el emperador Teodosio y se le atribuye como una de las consecuencias que provocaron la decadencia del imperio. A fines del siglo IV el cristianismo se transformó en la religión oficial del Imperio Romano.
El emperador Constantino I fue, como los emperadores antes que él, el sacerdote superior de la religión mitraica, una religión pagana. Sin embargo, también estaba interesado en crear unidad de creencias para facilitar su gobierno, y para hacer esto se involucró en la disputa entre grupos cristianos convocando el Primer Concilio de Nicea; este concilio produjo el Credo cristiano como lo conocemos hoy.
Constantino mitigó algunas diferencias entre el cristianismo ortodoxo y su principal competidor, la religión oficial del Sol Invictus. Por ejemplo, cambió la celebración del nacimiento de Jesús al 25 de diciembre, debido a que esta era la fecha de celebración del nacimiento de Mitra y Baco (dios del vino), así como la fecha de los festivales del solsticio de invierno tales como la Saturnalia. Además, Constantino instituyó el uso de símbolo chi-rho (crismón), representativo del cristianismo, aunque según algunos estudiosos esto servía para propósitos cristianos y no cristianos simultáneamente.
La leyenda popular dice que Constantino I era cristiano, sin embargo, nunca repudió su posición de alto sacerdote del culto pagano a Mitra Sol Invictus públicamente, y su única "conversión" conocida fue moribundo en su cama (como se dijo luego por los creyentes posteriormente), lo cual es imposible de verificar. Sin embargo, no era inusual para la gente del siglo IV el evitar convertirse completamente al cristianismo hasta muy avanzada su vida, por la fuerza de las advertencias en contra de que continuaran en pecado después de haberse convertido y por las consecuencias espirituales que aquello traía.
Los críticos de la unión de la Iglesia y el Estado apuntan a este cambio como el comienzo de la era del constantinianismo, cuando el cristianismo y la voluntad de Dios gradualmente se vieron identificadas con la voluntad de la grupo gobernante; y en algunos casos fue más que una justificación religiosa para el ejercicio del poder.
La unión  definitiva vino cuando el papa León III coronó a Carlomagno emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, ocasionando dos efectos: el apoyo de la Iglesia al Estado y viceversa, el apoyo del Estado a la Iglesia, lo cual derivó en el cesaropapismo, que sostenía la teoría del origen divino de los reyes y les daba poder absoluto sobre la religión y el gobierno a la vez.
En ese movimiento político religioso, el culto pagano a los dioses fue cancelado, sus templos confiscados y entregados a los cristianos de esa época.
Allí nació el concepto del templo y del ALTAR cristiano. Los templos a los dioses paganos tenían altares para diversos sacrificios, generalmente allí “oficiaban” sus sacerdotes paganos. Bien, el cristianismo recibió toda esa influencia: los Templos y sus prácticas sacerdotales. Hasta el día de hoy, tal como en la iglesia católica romana, la iglesia evangélica sigue practicando sus reuniones en templos con altares; en la iglesia romana lo hace el cura u Obispo, en la iglesia Cristiana el pastor o ministro. El FORMATO es el mismo, eso no se ha tocado desde el siglo IV. Ese DISEÑO no se ha perdido su fuerza para impedir la expansión del poder genuino del evangelio. Con todo el evangelio nos ha llegado a nosotros y debemos estar agradecidos de eso, pero eso no significa ni justifica que por TRADICION humana sigamos instalados en el FORMATO romano.
Todos estamos agradecidos que Lutero en el siglo XVI haya provocado un quiebre dentro de la iglesia romana, dando impulso a la predicación del evangelio con una teología correcta, sin los gruesos errores de la tradición romana. Pero Lutero ni sus seguidores reformaron el FORMATO romano. Él, sus seguidores y los distinguidos hombres que le siguieron en la predicación de un evangelio teológicamente diáfano, poderoso y libre de las ataduras católicas NO revisaron el FORMATO de la iglesia romana, solo lo reprodujeron. ¿Por qué no revisa cómo se desarrolla la iglesia luterana desde sus orígenes? Le pongo esa inquietud para que al compararla con la iglesia romana se dé cuenta que no hay cambio alguno en el FORMATO eclesiológico; el cambio, o la REFORMA está en el ámbito teológico. Sigue el cura en el altar y los feligreses sentados. Tal como el sacerdote pagano y los congregados en los templos destinados a ídolos en el Imperio.

-         ¿Entonces está diciendo que los templos no son adecuados para la vida de la iglesia actual?
-         No son adecuados. Estoy mostrando que los Cristianos nos hemos quedado con la herencia y la tradición de los cultos paganos del Imperio Romano y la iglesia católica romana. No hemos revisado la eclesiología de Jesús y sus discípulos.
-         ¿Entonces cómo era el desarrollo de la iglesia Cristiana antes fusionarse con el Imperio?
-         Buena pregunta. Acompáñeme a releer los evangelios y Hechos de los Apóstoles, allí está todo lo que necesitamos para el diseño de la iglesia sin el aporte romano.
El diseño de la iglesia romana es este:
La idea de congregación, como gente sentada escuchando al cura es un invento de la iglesia romana con bases en el paganismo. Eso no tiene bases en el Nuevo Testamento.
A  ESTO  LLAMAMOS  UNA  IGLESIA  PLANA
-         ¿Entonces por qué nosotros seguimos desarrollando ese modelo?
-         Porque no revisamos la Biblia acerca de cómo funciona la iglesia y cómo es su DISEÑO original.
-         ¿Esto tiene que ver con el bajo nivel de impacto de la iglesia actual sobre el mundo?
-         Totalmente. La iglesia antes de ser la religión oficial del Imperio romano no tenía ese formato. Las personas no se congregaban unas veces a la semana en un templo. No había altares donde adorar. No tenían una relación impersonal entre hermanos. Eclesiológicamente hablando eran verdaderamente un Cuerpo en acción, en movimiento.
-         ¿Cómo era entonces el diseño de ese grupo llamado ekklesia?
-         Observe este dibujo…
ESTO  ES  UNA  IGLESIA  DE  DISCIPULOS

Cuando Jesús les ordeno a sus discípulos que fueran a las naciones para HACER discípulos (Mateo 28:18-20) ellos sabían perfectamente de qué les estaba hablando.
Ellos conocían la FORMA de ese DISEÑO, ellos sabían en qué consistía, ellos habían sido discípulos, por lo tanto estaban en capacidad de HACER discípulos de Cristo.
Cuando nosotros leemos la orden de ir y HACER discípulos nos imaginamos la gente sentada escuchando y que al próximo culto debe volver, sino se “enfría”. ¡Es más, hoy se mide qué clase de cristiano es una persona por cuantas veces viene al templo!. Eso es pura herencia católica. No existe ese estilo de vida cristiana en el Nuevo Testamento.
Nuestro concepto actual de cómo se forma una iglesia es el de la primera imagen: todos los presentes sentados, el pastor predicando. Cada pastor “necesita” un templo para “tener” su iglesia.
Nada está más errado que eso.
Hechos de los Apóstoles, donde se registran alrededor de 45 años de la historia de la primera iglesia, NO TIENE TEMPLOS cristianos. No hay ningún registro de TEMPLOS cristianos en el Nuevo Testamento. Cuando se reúnen en masa lo hacen en lugares públicos (plazas, playas, muelles, entradas de la ciudad, etc.) Cuando las epístolas del NT son dirigidas a la Iglesia la misma está en las casas. Estamos hablando hasta los años 95 o 98 después de Jesús. En la misma Roma existen catacumbas, cuevas y escondites secretos debajo de la ciudad donde los cristianos vivieron –y murieron- en comunidades hasta que el Imperio declaró al cristianismo como religión oficial unos trescientos años más tarde. Los cristianos de esos siglos no tenían ninguna posibilidad de reunirse públicamente, pues con todo lo secreto que vivían en esas comunidades cuando eran hallados pasaban a ser el espectáculo central en al coliseo romano comido por los animales. De manera que el evangelio de los primeros cuatro siglos desarrollaron el FORMATO o DISEÑO que Jesús instaló en los primeros discípulos. Un DISEÑO prácticamente desconocido ahora.
Repacemos cómo surgió la Iglesia desde Jerusalén: La primera prédica de Pedro es desde el balcón de un departamento –primer piso- donde vivían Pedro y los demás discípulos (Hechos 1:12-14); de allí surgen 3.000 bautizados. La segunda prédica de Pedro se da en las escalinatas del Templo judío -en el pórtico de Salomón-, donde se acababa de sanar el cojo (Hechos 3), de allí surgen 5.000 creyentes más.
-         Resulta inevitable la pregunta. ¿Donde se congregará toda esa gente?
-         No se congregan en ninguna parte, no construyen ningún templo, no se saludan hasta el próximo culto, no vuelven ellos a escuchar otra prédica la semana que viene, esos cristianos FORMAN una comunidad; un Cuerpo, un Tabernáculo espiritual donde Dios puede expresarse y mostrar Su gloria. Los discípulos ya vivían juntos en una casa donde se produce Pentecostés y la vida cristiana sigue ese curso. Las cosas comunes de la vida son compartidas entre esos hermanos, parten el pan en las casas, comparten todos los días, oran y se reproducen las enseñanzas de los discípulos de Jesús (Hechos cap. 2, 3, 4, 5).
-         La iglesia tiene en poco tiempo unos cuantos miles de personas, ¿qué programa es efectivo para desarrollar la vida cristiana en ellos, habiendo de pronto tanta cantidad de personas?
-         Ellos siguen el mismo programa que ya habían conocido: El discipulado.  Para ellos solo cambian las cantidades, no el DISEÑO o FORMATO original. No tienen un nuevo “programa” ni necesitan un nuevo “método” para contener a los nuevos creyentes. Tampoco necesitan templos, ellos no tienen la meta de llenar ningún templo donde la gente “venga”, la tarea de ellos es llenar a Jerusalén –casa por casa- del evangelio de Jesucristo (Hechos 5:25-29). Eso es lo que practicaron con Jesús en Mateo 10 y Lucas 10. En eso fueron entrenados y ese fue el último mandato del Maestro: IR y HACER discípulos. El desafío para ellos era transformar los creyentes bautizados en DISCIPULOS de Cristo.
-         ¿En qué punto nosotros hemos perdido este diseño?
-         Puede ser que la influencia del paganismo del Imperio Romano sobre el cristianismo haya hecho mucho para apartarnos del diseño original; pero la otra parte es que los cristianos NO leemos y aplicamos la Biblia correctamente para formar la Iglesia. La leemos con la lente de la tradición, si la tradición lo dice: debe estar bien. Si lo aprueba la denominación: debe estar bien. Si en el seminario me dijeron que era así: debe estar bien. Si todos lo hacen por años de la misma forma: debe estar bien. No tenemos un criterio histórico al leer el mandato de Jesús de ir y HACER discípulos a todas las naciones. No podemos pensar hoy en términos eclesiológicos como pensaba Jesús de Su iglesia. Pensamos en la FORMA de la iglesia que conocimos por la herencia de la tradición pagana-romana.
-         ¡Pero hoy se dice que estamos en un tiempo de restauración Apostólica!
-         Así lo aseguran, lo que no se ve –ni se nota- que el FORMATO o DISEÑO de la iglesia de los primeros cristianos sea de interés para el movimiento apostólico actual.
-         Pero el movimiento apostólico habla de todos los ministerios, o lo del llamado Ministerio Quíntuple, los cinco ministerios en acción.
-         Correcto. Ese es el enfoque del diseño de contenido de la iglesia. Deben estar los cinco ministerios en acción, sino está fuera del encuadre del Nuevo Testamento.
-         ¿Entonces qué falta?
-         Lo que falta es revisar es el diseño del formato –la FORMA- de la iglesia.
-         ¿A que se refiere?
-         Me refiero a que en el FORMATO actual de la iglesia no hay lugar para el desarrollo de los ministerios. Pregunto: ¿en qué momento del culto la congregación toda puedan ejercen los evangelistas, los profetas, los maestros, los pastores y todos los otros 29 dones del Espíritu?. En un culto por más largo que sea no hay lugar para que todos hagan algo. ¿Entonces dónde se desarrollan?. ¿Dónde se los ve en acción a todos en simultáneo?. Si la respuesta es no, debiera llevarnos a pensar que hay una FORMA bíblica para que eso sea posible.
-         ¿Esa es una dificultad seria, como dice la Biblia que se resuelve?
-         …la respuesta es larga pero vamos a intentarla ahora, sígame en el desarrollo.
El FORMATO de la iglesia de Hechos la iglesia tiene la capacidad de desarrollar todos los dones y ministerios simultáneamente. Porque actualmente podemos quedarnos en el deseo que eso pase, en la prédica, en el señalamiento, pero si no tenemos la FORMA O DISEÑO bíblico es imposible practicarlo.
El hilo de pensamiento pagano-romano nos dice –en la tradición- si alguien es llamado al ministerio pastoral que junte sillas, micrófonos, altar, púlpito, templo, etc. ¡ya puede ejercer! (ni parecido a Hechos 13). Si alguien es llamado al ministerio profético debe ir a ministrar en alguna congregación ya con el FORMATO pagano-romano (nada que ver con 1 Corintios 11). Si alguien es llamando al ministerio apostólico… corre la misma suerte dentro de los rígidos templos del FORMATO pagano-romano.
EL Ministerio Quíntuple puede quedar en la teoría si el FORMATO de la iglesia no cambia. El movimiento apostólico actual tiene una oportunidad histórica para hacerlo, pero hasta este momento –año 2014- no se oye a ningún apóstol interesado en volver a la FORMA de Hechos. Puede pasar que estemos ante un movimiento de grandes proporciones, semejante a la del pentecostalismo del siglo XX, pero el movimiento quedará encapsulado dentro de los templos, los altares y el ritual de la tradición pagano-romana.
Con los primeros cristianos la gente no tenía que moverse de su casa. Los Apóstoles iban hacia ellos porque Jesús los mandó ir-; pasaban por las calles predicando, sanando, liberando, resucitando muertos, haciendo prodigios y milagros. Si no sería en vano que Hechos de los Apóstoles tuviera el delicado interés en mostrar estas descripciones: “…Y por la mano de los Apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón (lugar público). De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; más el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, en gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra  cayese sobre algunos de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos eran sanados.” Hechos 5:12
¡Imagine qué pasaría si todos los Apóstoles actuales desarrollaran su ministerio en las calles, en las casas, en las plazas, en las playas y en los lugares públicos!
¡Imagine qué pasaría si toda esa gente alcanzada no se congregara en templos solamente, sino en las casas, HACIENDO discípulos, reproduciendo la vida de un Cuerpo vivo, activo y en permanente movimiento!  
Rápidamente experimentaríamos el mismo impacto del evangelio sobre las ciudades y las naciones, tal como sucedió en Hechos de los Apóstoles. Podríamos ver al ministerio apostólico en todo su esplender, al ministerio profético señalando el camino, al ministerio evangelístico dando velocidad al movimiento –estilo Felipe- (Hechos 8), al ministerio pastoral y al ministerio de los maestros en plena acción, a más no poder. Lo maravilloso de esto es que el Ministerio Quíntuple, que hoy se pregona mucho, estaría disponible –accesible- al mundo. Todos los ministerios y dones espirituales funcionarían en SIMULTÁNEO, simplemente como en Hechos de los Apóstoles.
¡Hoy cuesta imaginar una cosa así!.
La FORMA pagano-romana vendó los ojos espirituales de la iglesia y nos aprisionó.
Preferimos nuestros micrófonos, el altar, las comodidades y el ritual del templo. Así, el poder transformador del evangelio seguirá envasado en el formato romano.
Quiero rematar esta idea mostrando otra verdad de la iglesia en el FORMATO original.
1.      El libro de Hechos de los Apóstoles bien podría llamarse, perfectamente, el libro de los “Hechos del Espíritu Santo”, dado que en cada capítulo de ese libro se muestra la intervención maravillosa del Espíritu de Dios: enseñando, llenando de poder, gozo y autoridad a los discípulos, hasta trasladando a Felipe cuando fue necesario que siguiera caminando y predicando en otro lugar; aumentando la capacidad de acción de la Iglesia para arrasar con prácticas idolátricas en las ciudades de Éfeso, Chipre, Tesalónica, Listra, etc. pero ese libro no se llama así…

2.    El libro de los Hechos de los Apóstoles bien podría llamarse, el libro de “Oraciones respondidas a la Iglesia”, dado que en cada capítulo de ese libro se muestran las respuestas poderosas, maravillosas e increíbles manifestaciones del poder de Dios, luego de insistente oración. En los 28 capítulos hay oraciones respondidas. Podríamos servirnos de ellas como un manual completo, pero no… ese libro no se llama así…

3.    El libro de los Hechos de los Apóstoles bien podría llamarse, el libro de “Intervenciones de Ángeles en la Iglesia”, dado que se registran una veintena de intervenciones angelicales. Ángeles enviados por el Señor -de distintos grados espirituales-, acompañando el movimiento de esa iglesia poderosa, haciendo posible cosas maravillosas, entregando mensajes, rescatando a los apóstoles, yendo con ellos en los viajes apostólicos, permitiendo que el desarrollo del evangelio sea semejante a un reguero de pólvora sobre las ciudades; pero no… ese libro no se llama así…

El libro de Hechos de los Apóstoles se llama Hechos de los Apóstoles exactamente por eso, por los hechos –valga la redundancia-, la capacidad de acción, la capacidad de HACER, la intervención de los discípulos transformados en portadores de la llenura, el gozo y el poder del Espíritu Santo en plenitud. Y lo maravilloso es que toda esa cantidad de HECHOS no eran resguardados en sistemas cerrados de congregaciones domingueras; eran HECHOS  de domino público, de demostraciones del poder de Dios de manera comprobable, HECHOS que eran producidos en plena calle y a la luz del día en ciudades llenas de gente expectante del poder del evangelio.
Tendríamos que recordar parte de esos Hechos:
A.   La curación del cojo y la conversión pública de 5.000 personas por Pedro.
B.    Las muertes de Ananías y Safira por Pedro, trayendo temor a la ciudad.
C.    Los enfermos en las calles esperando al menos la sombra de Pedro –por la abultada cantidad de personas apiñadas-
D.   El martirio público de Esteban y su irresistible predicación publica.
E.    Saulo siendo obligado a entrar casa por casa para arrestar a los discípulos.
F.    Saulo predicando en Damasco y el revuelo que creó allí.
G.   Saulo predicando en Jerusalén y levantamiento de los griegos.
H.  La ciudad de Lida convertida por completo con la sanidad de Eneas hecha por Pedro.
I.      La ciudad de Jope conmovida con la resurrección de la discípula llamada Tabita, también hecha por Pedro.
J.     La conversión pública, el derramamiento del Espíritu Santo y el bautismo en masa en la casa de Cornelio, en la ciudad Cesarea; también por Pedro.
Y estamos solo describiendo los hechos dentro de los diez primeros capítulos, faltan otros dieciocho capítulos más, donde al final se cuenta de la maravillosa puerta abierta en el corazón del Imperio, una casa donde Pablo está preso, pero desde ahí predica públicamente…
¡¡Qué interesante sería hoy el evangelio si todos los apóstoles
que conocemos estuvieran en las calles y
lugares públicos desarrollando su ministerio!!

Será inútil hacer toda la descripción de los hechos en Hechos de los Apóstoles si no estamos preparados para tomar directamente desde la Biblia la FORMA en que la iglesia se desarrolla; y también dispuestos a renunciar a la tradición pagano-romana instalada en nuestra cabeza.
El apóstol Pablo, cuando es necesario respaldar su ministerio apostólico recurre a sus hechos… y muestra las marcas del apostolado (Gálatas 6:17) realizada por los azotes de látigos o varas que derivaron de su prédica pública, siendo acusado de sedicioso. Cuando debe defender su ministerio apostólico recurre a una lista de hechos… donde se mencionan los mayores y sobresalientes momentos de fatiga, desvelos, torturas, hambres, fríos, desnudez,  apedreamientos, cárceles, naufragios y juicios injustos (2 Corintios 10, 11, 12, 13); derivados de las liberaciones, sanidades y disputas públicas que produjeron revueltas sociales y religiosas en diferentes ciudades; entre ellas Éfeso, Tesalónica, Damasco y Macedonia.
Este apóstol no duda en poner en tela de juicio a toda aquella persona que se presente con título de apóstol y no tenga estas “marcas”. Les recomienda a los de Corinto que no se dejen llevar por los que ostentan títulos honoríficos y que sólo quieren sacarles el dinero, diciendo que son apóstoles pero que no pueden mostrar “marcas” de su apostolado (2 Corintios 11:12-15). Y se mencionan las dos marcas: marcas de su ministerio público en liberaciones, sanidades, conversiones, fundación de iglesias y tumultos que trastornaron ciudades y marcas personales –en su cuerpo- por los resultados de ese ministerio público.
Es una evidencia que Pablo nunca tuvo en cuenta la preparación académica de los que él consideraría apóstoles, porque de ese modo Pedro no calificaría. Tampoco le interesó mucho quiénes lo recomendaban o a que institución pertenecía. Para el apóstol Pablo lo que cuentan son las marcas –los hechos-, marcas visibles, comprobables y públicas. Aún, cuando se presentan diciendo que tienen esas supuestas “marcas” milagrosas, Pablo no está interesado en la espectacularidad de esas marcas, lo que quiere saber es el origen del poder con que operan esas personas. Les dice directamente:
Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros. Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?” 1Co 4:18-21
Tengo algunos interrogantes para el lector. ¡Respóndase con seriedad!
1)     ¿Por qué la tradición nos hace cambiar estos simples parámetros bíblicos para saber quién es realmente un apóstol?
2)   ¿Por qué es necesario que los apóstoles muestren las marcas?
3)   ¿Por qué Jesús enseñó acerca del árbol y su fruto?
4)   ¿Por qué hoy se multiplican los apóstoles sin marcas –hechos-?
5)    ¿Cómo hacemos para volver a los parámetros bíblicos?
6)   ¿Qué debemos desaprender?
7)    ¿Qué debemos aprender?

-         ¿Por qué se pone el acento en el ministerio apostólico?
-         Porque desde los primeros discípulos llamados apóstoles, aquellos que estuvieron con el Maestro, son los que fundaron las bases del DISEÑO del FORMATO de la iglesia. ¿Qué otra base podemos poner en el fundamento de una Iglesia bíblica?
-         Esa es una pregunta retorica…
-         Por supuesto. No tenemos opciones. Y es una maravilla que en el evangelio no tengamos la necesidad de inventar nada. Todo está previsto teocráticamente cómo debe ser, qué forma debe tener y cómo debe desarrollarse. ¡Estamos hablando siempre de la iglesia!
-         ¿Entonces hoy… qué hacemos con el formato pagano-romano?
-         Tenemos la posibilidad de seguir la tradición romana, “inventando” nuevas técnicas de desarrollo de la iglesia; a lo cual estoy completamente seguro que reproduciremos más de lo mismo; o, nos volvemos al Señor a pedir Su perdón, con la Biblia en la mano, para entrar en Su perfecta voluntad.
-         ¿Qué debemos hacer luego?
-         Volver a leer la Biblia, desde cero.
-         ¿Eso nada más?
-         ¿Conoce Ud. algo más poderoso que la Palabra de Dios? Lo que sucede es que para esa nueva lectura debemos renunciar al lente de la tradición y a las “modas o corrientes cristianas”. Hace un tiempo los pastores necesitaban tener un saco “ungido” para poder ministrar… ¿de dónde sacaron eso?. La necesidad de “inventar” en el evangelio va de la mano del vacio Escritural.
Volvemos entonces a las calles. A los Hechos de los Apóstoles. A las señales del poder de Dios. A la prédica pública. A las conversiones, bautismos y la fundación de iglesias que llevan el nombre de la ciudad, no de alguna institución (otra herencia romana). A la necesaria FORMACION de discípulos capaces de extender el evangelio fuera de las fronteras mentales.
Yo no podría escribir sobre esta capacidad del ministerio apostólico si no lo hubiera vivido y comprobado que funciona en nuestro tiempo. No podría escribir con autoridad sobre la capacidad de HACER discípulos si nunca formé a nadie. No podría esperar que vuelvan a suceder los milagros, sanidades, multiplicación de alimentos, casas convertidas y bautismos públicos si no los habría visto y participado de ello. Anoto esto porque he recibido mucha resistencia cuando de DISEÑO de la iglesia se trata y las personas tienen en mente el FORMATO pagano-romano. Algunos argumentaron que el registro de Hechos de los Apóstoles era para el primer tiempo de la iglesia. Pero extrañamente esas mismas personas aceptan y desean el bautismo y la llenura del Espíritu y otros Hechos de la primera iglesia, pero se resisten al DISEÑO bíblico de la primera Iglesia. De manera que sin quererlo proponen recortar la Biblia como una tela de retazos para tomar o dejar según sea la conveniencia. Esto no debe ser así. La Palabra de Dios es viva y eficaz Y TIENE CUMPLIMIENTO ACTUAL. Nosotros debemos renunciar a nuestros inventos “cristianos”.


Recuerde el primer cuadro (página 3): Hay personas sentadas escuchando al pastor. Esa es la FORMA pagano-romana.
Recuerde el segundo cuadro (página 4): Hay una persona y varias alrededor. Bien, esa es la FORMA bíblica de edificar la iglesia. Eso es conocido como DISCIPULADO. Pero el error actual es considerar al discipulado como un conjunto de lecciones. Eso no tiene nada que ver con la tarea de Jesús para formar sus discípulos.

Revisemos de a poco los evangelios:
a.     Para enseñarles a sus discípulos acerca de la fe Jesús los subió en la barca y los llevó dentro del lago donde hubo tempestad. Aunque eran hombres de conocedores de ese medio ellos estaban asustados. Allí les enseño de la fe (Mateo 8:23-27). No hubo pizarrones. Tuvieron la experiencia.
b.    Para tener un enfrentamiento con el poder de Satanás los envió de dos en dos a las casas como ovejas en medio de lobos. Llevaban instrucciones precisas. Vieron sanidades, milagros y señales. Demonios sujetos al poder del Maestro. Pero Jesús les muestra que el poder del mismo Satanás había caído sobre esa ciudad (Mateo 10 y Lucas 10). Jesús no les dio a estudiar un manual de guerra espiritual. Con instrucciones previas los llevó a la experiencia.
c.     A la gente común les hablaba con parábolas. A los discípulos les enseñaba los detalles (Mateo 13), se sentó con ellos el 80% de su tiempo.
d.     Cuando quiso enseñarles acerca de cómo se multiplican los alimentos no les dio una clase de cocina. Les dijo a los discípulos… denle ustedes de comer… -el desafío fue que eran cinco mil hombres- (Mateo 15). Otra lección práctica.
e.     Cuando vienen personas que quieren seguirlo a modo de discípulos Jesús los desalienta completamente, les muestra las condiciones de vida y les pide que evalúen bien su decisión (Lucas 9). Una vez iniciado como discípulo de Jesús si mirabas para atrás… …no sos apto para el Reino de Dios. Quedaste afuera. Podes dedicarte a otra cosa. Esa es la enseñanza práctica del Maestro.
f.       Cuando tiene que enseñarles acerca de la autoridad, del servicio y el carácter de la gente de Reino, se ciñe una toalla y les lava los pies; todos están asombrados… la teoría nunca estaba lejos de la práctica del Maestro (Juan 13). Eran lecciones teórico-practicas todo el tiempo. Lecciones poderosas. Lecciones inolvidables.
Podríamos citar veinte lecciones más acerca de la FORMA de constituir la iglesia a través del discipulado. La iglesia nunca fue concebida como relaciones impersonales de dos horas para el fin de semana en un templo. La vida del discípulo FORMA una COMUNIDAD que propicia el desarrollo de los dones y ministerios. Ese es el DISEÑO bíblico de la iglesia.
Precisamente Jesús no nos mando conquistar multitudes –¡Él no lo hizo!- sino a HACER, a FORMAR discípulos (Mateo 28:18-20).
Jesús tenía en mente conquistar el mundo a través del discipulado. A Él no le interesan los estadios llenos. Les interesan discípulos FORMADOS capaces de trastornar las ciudades y el mundo. No estuvo interesado en las multitudes (Marcos 3) sino en ELEGIR discípulos. Él sabía que con doce personas FORMADAS podía llegar a todas las naciones y efectivamente eso fue lo que pasó.
-         ¿Entonces en el concepto de iglesia plana no es posible desarrollar discípulos?
-         No. Definitivamente
-         ¿Por qué?
-         Porque el concepto de discípulo es el concepto de aprendiz de un oficio. Sería ridículo que a una persona yo le diera clases teóricas con pizarrón y tiza sobre cómo se levanta una pared, y luego le diera el título de oficial albañil. ¿Cómo resultará la pared que levante si nunca tomo en sus manos ladrillos y cemento?
-         ¿Podríamos ampliar ese concepto de discípulo como aprendiz?
-         Si, por supuesto, ahora mismo lo hacemos.
Piense en Jesús como hijo del carpintero: ¿Cómo aprende el oficio de carpintería?. ¿Cuántas clases teóricas debe darle José?.
Piense en Pedro y Andrés como pescadores: ¿Cómo aprenden a pescar embarcados?. ¿Cuántas clases teóricas tienen que tomar para “recibirse” de pescadores?. Su padre Jonás no puede darles clases teóricas simplemente. Si quiere que ellos pesquen efectivamente debe cargarlos en la barca y hacer que ellos tengan contacto con las redes, con los peces y las dificultades de las tormentas.
En Argentina tenemos varios miles de médicos cardiólogos, pero solo unos cuantos de ellos son distinguidos como discípulos de Favaloro. Tienen otra FORMACION. Tienen otro bagaje de conocimientos que no se los dio la Universidad con todas sus aulas, pizarrones y bibliotecas. Ellos estuvieron con Favaloro viendo cómo operaba los corazones y los hizo operar bajo su atenta mirada.
Cuando Jesús le dice a Pedro “…ven, sígueme, yo te haré pescador de hombres” (Mateo 4:19) Pedro sabe que ese Maestro va a llevarlo a la calle, al contacto con la gente. Va a mostrarle los secretos de cómo tratar a las personas. Aprenderá a pescar sin la bendición de Jesús y con la bendición de Jesús. Le permitirá que se equivoque y vuelva a intentarlo. Lo hará participar diariamente de Su vida y obra. Caminará con Él, dormirá con Él, comerá con Él y verá los milagros de multiplicación y resurrección en vivo y en directo. Será enviado a realizar lo mismo en las ciudades por donde debía pasar el Maestro, Él vendría detrás para ver cómo aprendían sus discípulos (Mateo 10). Pedro no puede tomar unas clases teóricas, aprobar unos exámenes y titularse de Apóstol. Lamentablemente ese es el concepto actual. Cualquiera puede titularse de lo que se le dé la gana, sólo debe escuchar unas clases magistrales…
Pedro fue un aprendiz de pescador en el mar de Galilea con su padre Jonás, pero también fue un aprendiz de pescador de personas con Jesús. El discípulo es un aprendiz que siempre está perfeccionando su capacidad de HACER mientras ve, observa y HACE cómo lo hace su maestro. Precisamente Jesús nos envía a HACER discípulos (Mateo 28-18-20), justamente porque no los podemos clonar teóricamente. El discípulo se HACE en el oficio; no se logra la vida cristiana leyendo libros o escuchando sermones. Es mucho, pero mucho más que eso…
Debemos cambiar concepto de “informar” por el FORMAR discípulos para que vivan el evangelio.
El apóstol Pablo fue un cristiano que se tomó en serio esto de hacer discípulos. Sabemos que predicó a miles y miles de personas en docenas de ciudades –pero eso no es toda la tarea-; el BUSCO, FORMO Y ENSEÑÓ a: Timoteo, Tito, Filemón, Démas, Onésimo, Priscila y Aquila, Lidia, Dámaris, Marcos, Lucas, Epafrodito, etc.
La autoridad de Pablo sobre ellos es por demás evidente, ya que él no los formó en un seminario “informativo”, sentados tomando notas; él los formó en el mismo campo de trabajo, en sus viajes y sus tiempos de cárcel –más de seis años preso-, tal como Jesús lo hizo con sus discípulos.
Dijimos que el discipulado es TEÓRICO–PRÁCTICO. Por eso Pablo les recordaba:
“Lo que aprendisteis y recibísteis y oísteis y visteis en mí, ESTO HACED; y el Dios de paz estará con vosotros”. Filipenses 4:9
Un discípulo como Epafrodito muestra claro quién es su maestro.
“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí”.-                                                  Filipenses 2:25-30

LA  IGLESIA  DE  DISCIPULOS  REPRODUCE  DISCIPULOS

RECOMENDACIONES PARA USTED:
1.      Empiece de Cero, aunque tenga una congregación.
2.    Renuncie a la tradición romana y al espíritu del paganismo
3.    Elija personas para que estén con usted y vean como vive y trabaja (Marcos 3)
4.    Deles autoridad y envíelos a las tareas fuera del templo
5.     Ámelos, cuídelos, aliéntelos. No los lastime cuando se equivoquen
6.    Tenga la Biblia abierta, como referencia para copiar a Jesús o Pablo
ES POSIBLE QUE ASÍ TENGA UNA IGLESIA CON FORMATO BIBLICO… es posible que así tenga una Iglesia de DISCIPULOS.

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