CANTICO

EL CÁNTICO

Para saber como debemos cantar a Dios, no debemos acudir al Antiguo Pacto, ya que este fue abrogado en la cruz (Colosenses 2: 14-17). 

Todo corazón noble debe acudir a la palabra de Cristo para aprender el verdadero cántico de adoración, y para ser un verdadero adorador.

“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.  Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”  (Juan 4: 23-24) 

Dios es Espíritu, por lo tanto la adoración debe ser realizada de manera espiritual, y no conforme a la carne. Dios ha revelado la verdad, por lo tanto, los verdaderos adoradores adoran conforme a esa verdad (Juan 17:17).

La adoración aceptable a Dios es aquella realizada en “espíritu y en verdad”. Dios busca “tales adoradores” quienes adoran en espíritu, y no conforme a sus propios deseos. 

En cuanto a los cánticos. Todo aquel que cante al Señor debe hacerlo de manera espiritual, los cánticos no deben ser divertidos, “para agradar a los hombres” (Gálatas 1:10) los cánticos deben agradar a Dios. 

En el Nuevo Testamento, nunca los cristianos cantaron con instrumentos musicales…

Quienes han introducido los instrumentos musicales en las congregaciones deben responder y probar: ¿Cuál pasaje del Nuevo Testamento ordena a los cristianos a cantar con instrumentos? ¿Cuándo ordenó el Señor que en cada congregación hubiera un grupo de “coro”?...

Algunos sectarios dirán: ¡¡El Nuevo Testamento no dice que no podemos usar instrumentos en la adoración!! Pero con esa lógica podríamos participar entonces de la Cena del Señor con un completo italiano y una bebida, ya que la Biblia no lo prohíbe. Pero no lo hacemos, ya que no añadimos a lo que Dios ha mandado (1 de Pedro 4:11; 1 de Corintios 4:6)

CONSIDERACIONES

“Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.  Y de esta manera la harás…” 

(Génesis 6:14-15)

“Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó” (Génesis 6:22)

La fe de Noé, es decir su confianza y obediencia a los mandamientos de Dios, lo llevó a poner por obra todo lo que Dios le mandó. Por esa fe condenó al mundo y salvó su casa (Hebreos 11:7; 1 de Pedro 3:20). Noé no cuestionó el tipo de madera, ni los detalles de construcción que Dios le reveló, Noé hizo algo que muchos hoy en día no hacen: “él obedeció en todo a Dios”. 

Ciertamente los religiosos desobedientes de hoy en día, cuestionarían los mandamientos de Dios si Él les demandara lo mismo que a Noé. Y eso lo vemos en las múltiples excusas que presentan para no sujetarse a Dios 

En los nueve pasajes del Nuevo Testamento, donde se mencionan cánticos de adoración a Dios, nunca se manda a tocar instrumentos, y esto porque los instrumentos son una añadidura a lo que Dios desea (Mateo 24:35; 1 Corintios  4:6; Apocalipsis 22:18).

Dios busca adoradores que canten, no que toquen instrumentos (Juan 4:23-24; Juan 12:47-48)

El canto a capella, es mandado y dejado como ejemplo de adoración aceptable:

·         Mateo 26:30

·         Hechos 16:25                                           

·         Romanos 15:9

·         1 de Corintios 14:15                

·         Efesios 5:19                                 

·         Colosenses 3:16

·         Hebreos 2:12

·         Hebreos 13:15

·         Santiago 5:13

Debemos andar por fe (2 de Corintios 5:7) La fe no está basada en tradiciones humanas, ni en supersticiones; la fe verdadera está basada en la palabra de Dios (Romanos 10:17)

Si desea discutir algún tema bíblico, estaremos dispuestos a someter toda creencia a lo que la Biblia dice; en un ambiente de respeto y mansedumbre. Toda discusión bíblica servirá al supremo bien de glorificar a Dios, contáctenos estaremos dispuestos como los de Berea: 

“Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”  (Hechos 17:11)