GOOGLE Y LAS TELECOS VUELVEN A LA CARGA CONTRA WHATSAPP
GOOGLE Y LAS TELECOS VUELVEN A LA CARGA CONTRA
WHATSAPP
Después
de meses de complicadas negociaciones y retrasos, el sistema de mensajería
instantánea que promueven conjuntamente empieza a ver la luz y será una
realidad comercial después del verano en muchos operadores de
telecomunicaciones.
Google
y las operadoras de telecos han dado un nuevo impulso al sistema de mensajería
instantánea que promueven conjuntamente y que empezará a ser una realidad
comercial en los próximos meses. El sistema, que se postula como una
alternativa avanzada a los existentes ahora como WhatsApp, se anunció a bombo y
platillo durante la gran feria de las telecomunicaciones, el Mobile World
Congress, de 2016 y debía ser una realidad comercial desde el otoño del año
pasado.
Sin
embargo, la complejidad de las negociaciones multilaterales entre Google y las
diferentes operadoras mundiales ha provocado notables retrasos en la
implantación del servicio, que Google ha bautizado como Android Messages, que
previsiblemente empezará a ser una realidad comercial e interoperable (es decir
que funcionará con cualquier móvil Android de cualquier operador del mundo) a
partir del próximo verano, casi un año después de lo previsto. De hecho, Google
ha anunciado recientemente que ya tiene acuerdos con 27 operadoras y
fabricantes de móviles -entre ellos Vodafone, Orange, Deutsche Telekom, Sprint,
LG, Sony, Motorola y ZTE-, que soportarán el nuevo estándar.
El
nuevo servicio de mensajería enriquecida está basado en la tecnología
desarrollada por las telecos en la última década denominada Rich Communications
Services (RCS). Las operadoras intentaron convertirlo en un estándar y lo
bautizaron comercialmente con el nombre de Joyn, pero la falta de coordinación
entre las diferentes telecos hizo que fracasase estrepitosamente.
Potencial
Este
servicio tiene un potencial de impacto muy alto entre los usuarios, ya que se
incorporará, de forma nativa, en las nuevas versiones de Android, el sistema
operativo de Google, el hegemónico en la industria, ya que supone alrededor del
82% de las ventas mundiales de smartphones.
De
esta forma, el usuario lo tendrá instalado de serie y cuando busque el contacto
de un conocido para llamarle dispondrá, desde la misma página de contacto, de
otros servicios accesibles que enriquecen la experiencia del usuario. Así,
antes de la llamada, se puede personalizar la conexión enviando un mensaje (por
ejemplo: "¡Cógelo, es urgente!), enviando una localización en un mapa, o
adjuntando un documento, una foto o un vídeo. Luego, durante la llamada, se
pueden compartir fotos, localizaciones, hacer un vídeo y enviarlo, o pasar a
tener una videoconferencia. Tras la llamada, toda esa información (documentos,
mensajes, fotos, mapas, etc) queda registrada en un historial vinculado al
contacto de la persona llamada y se puede consultar en cualquier momento. Para
los móviles Android actuales se podrá descargar una app de la Google Play o se
incorporará cuando el usuario actualice la versión del sistema operativo.
La
alianza de Google con los operadores, que hace un tiempo podría considerarse
contra natura -los operadores se quejan de que Google se aprovecha de sus redes
sin pagar por ello y están empujando a los reguladores para que apliquen a
Google la misma regulación que a ellos- tiene sentido porque ambos quieren
frenar el auge de otros sistemas de mensajería instantánea, que están
demostrando una gran velocidad de crecimiento, como WhatsApp (EEUU), Line
(Japón), Telegram (Rusia) iMessage (iPhone) o, sobre todo, WeChat, el gigante
chino.
WeChat,
que se inició como una mensajería, ha evolucionado intensamente y ahora además
de 500 millones de usuarios, tiene muchísimas funciones, integrando en una sola
aplicación servicios como los que ofrecen WhatsApp, Facebook, Tinder, Skype o
Amazon, entre otros.
Google,
que lanzó el servicio Hangout como una alternativa a la mensajería, no ha
tenido éxito y está viendo cómo las redes sociales o la mensajería de su rival
Facebook (WhatsApp, Messenger e Instagram) logran cientos de millones de
abonados.
Google y los
operadores también aspiran a ganar una gran masa de usuarios y ofrecerles
servicios similares a los de WeChat, con sus propias tiendas o tiendas de
terceros, combinado con el pago por el móvil
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