SEÑANES ANTES DEL FIN
SEÑALES ANTES DEL FIN
En mi opinión personal es necesario,
entender a Marcos de sus escritos ya que muchos teólogos lo ven sin
importancia, sean centrado en otros de los evangelios excepto en Marcos en
algunas cosas el es claro en, cuando habla sobre Jesús. Esto es mi
opinión.
Mar 13:1-37
Señales del fin (ver Mat. 24; Luc. 21:5-37). Jesús ha dado advertencias abundantes a los que están fuera del reino de Dios; ahora presenta palabras de advertencia a los que están adentro del reino. Se comunican en términos del juicio venidero, que será un tiempo de prueba para los discípulos, pero aun así será una prueba muy real. Todo el tema es presentado por medio de la profecía del juicio contra el templo (2). El “círculo íntimo” (esta vez incluía a Andrés) tiene que haber pensado que la destrucción del templo iniciaría los tiempos finales, y estaban deseosos por saber cuáles serían las señales. Es posible que este tipo de curiosidad provoca a los cristianos de hoy a tratar de saber la fecha de la segunda venida de Cristo. Sin embargo, Jesús lo utilizó como un reto a los cristianos de cualquier época, lo que resulta ser la función de tales profecías en la Biblia.
La necesidad principal es estar velando (5), especialmente en contra de los posibles engañadores, y no estar alarmados por las circunstancias terribles. Ambas cosas hubieran sido relevantes en Roma, donde surgieron varias herejías primitivas, y molestaban en la época cuando el Evangelio de Mar. estaba siendo escrito como para “el año de los cuatro emperadores” (68 d. de J.C.), con varios contendientes al trono peleándose por la corona. La persecución será inevitable, pero debe verse como una oportunidad para atestiguar usando palabras que serán provistas en el preciso momento por el Espíritu Santo. (Esta es una de las pocas referencias directas al Espíritu en Mar.) La predicción de que es necesario que primero el evangelio sea predicado a todas las naciones (10) es casi la versión de Mar. de la “gran comisión” (Mat. 28:19). ¿Habría Marcos visto algo de esto en las labores de Pablo y los demás apóstoles?
Además, está la advertencia que hasta
los lazos más íntimos y naturales se quebrantarán bajo tal estrés (12), la
verdad contraria a la enseñanza acerca de la verdadera “familia de Jesús” (3:34,
35). Muchos quizá hemos sabido cómo algunos miembros de la familia se han
traicionado unos a otros en tiempos de persecución, y la agonía de sentirse
odiados universalmente sin razón, sólo por ser cristianos (13). Sin embargo,
hay una promesa unida: la persistencia hasta el fin nos dará la vida eterna,
aun si no seguridad en este mundo.
Los cuatro discípulos habían preguntado: “¿Cuándo?” En un lenguaje bastante velado Jesús insinuó que sería cuando los emblemas idolátricos del ejército romano fueran impuestos triunfalmente en el templo de Jerusalén. Marcos no podía atreverse a informar de esto abiertamente (y menos en Roma) especialmente ya que lo dicho todavía no parecía haber ocurrido cuando se escribió este Evangelio. Pero el pequeño paréntesis del v. 14 muestra que él esperaba que sus lectores comprendieran. Jesús usó lenguaje tomado del libro de Dan., relatando en primer lugar de la profanación del templo por el perseguidor Antíoco Epífanes en el siglo II a. de J.C. La abominación en ese caso fue un ídolo, que fue levantado en el mismo templo y lo profanó. Los versículos siguientes parecen describir el terrible sufrimiento durante las primeras guerras judías, cuando los ejércitos romanos invadieron Palestina. Esto ocurrió sólo una generación después de la muerte de Cristo, y la iglesia cristiana judía seguramente compartió el sufrimiento general. La tradición dice que los cristianos huyeron a Pella en Transjordania, recordando la advertencia de Jesús (14).
Los cuatro discípulos habían preguntado: “¿Cuándo?” En un lenguaje bastante velado Jesús insinuó que sería cuando los emblemas idolátricos del ejército romano fueran impuestos triunfalmente en el templo de Jerusalén. Marcos no podía atreverse a informar de esto abiertamente (y menos en Roma) especialmente ya que lo dicho todavía no parecía haber ocurrido cuando se escribió este Evangelio. Pero el pequeño paréntesis del v. 14 muestra que él esperaba que sus lectores comprendieran. Jesús usó lenguaje tomado del libro de Dan., relatando en primer lugar de la profanación del templo por el perseguidor Antíoco Epífanes en el siglo II a. de J.C. La abominación en ese caso fue un ídolo, que fue levantado en el mismo templo y lo profanó. Los versículos siguientes parecen describir el terrible sufrimiento durante las primeras guerras judías, cuando los ejércitos romanos invadieron Palestina. Esto ocurrió sólo una generación después de la muerte de Cristo, y la iglesia cristiana judía seguramente compartió el sufrimiento general. La tradición dice que los cristianos huyeron a Pella en Transjordania, recordando la advertencia de Jesús (14).
Una advertencia aun más urgente, en
este caso, es la que va en contra de los falsos mesías, y los falsos profetas
(22). Estos abundaron en la época después de Cristo, y siguen abundando hoy en
día; con sectas falsas y la “franja lunática” en derredor de la iglesia
cristiana. De mayor importancia será recordar, al volver a descubrir “señales y
maravillas”, que aun éstas pueden ser falsas con señales de profetas falsos;
debemos estar alertas (23). Por esto es posible que Jesús usó señales con poca
frecuencia en su ministerio.
Hasta este punto, todo lo que Jesús predijo puede colocarse c. 70 d. de J.C., viendo a los ejércitos romanos asolando Palestina, y la lucha entre los emperadores para obtener el trono. Los lectores de Mar. hubieran podido reconocer las referencias, aunque para nosotros no sean del todo claras ahora. A partir del v. 24 en adelante se da la impresión de que son los últimos días (para una opinión diferente ver el comentario sobre Mat. 24). En estos últimos días los poderes terrenales mayores simbolizados en el AT por el sol, la luna y las estrellas, caerán, y el Hijo del Hombre llegará en gloria para recoger a sus escogidos (26, 27). El extremo de la tierra sale de las imágenes de Dan. 7, aunque la frase puede hacer una leve alusión a la misión a los gentiles. No puede ser sencillamente una referencia a la acción de reunir a todos los judíos fieles de todo el mundo.
Este tiempo, aparentemente, ocurre mucho después del período de las guerras judías de 70 d. de J.C. aunque son el cuadro más amplio del juicio que seguiría al final de los tiempos, así como el verano sigue a la primavera en Palestina. Es bastante incierto que el brotar de la higuera en este lugar haga alusión al regreso de los judíos a la Palestina y el restablecimiento del Estado de Israel. Más bien puede ser otro proverbio popular que se usa en muchos lugares, aunque en los países occidentales no se conoce.
Como sucede con frecuencia en las profecías del AT, Jesús pasó directamente de ese momento cercano, al futuro distante; es como si hubiésemos visto dos grandes cumbres de montañas, y no el gran valle que los separaba. Por esta razón Jesús pudo decir que esta generación no pasaría hasta que se cumpliese este primer conjunto de señales. Muchos de los que lo escuchaban seguirían en vida en 70 d. de J.C. Es poco probable que esta generación se refiera a la sobrevivencia del pueblo judío en su totalidad, pero aquellos que comprenden esta frase como refiriéndose tanto al futuro inmediato como al distante lo comprenden de esta manera.
Hasta este punto, todo lo que Jesús predijo puede colocarse c. 70 d. de J.C., viendo a los ejércitos romanos asolando Palestina, y la lucha entre los emperadores para obtener el trono. Los lectores de Mar. hubieran podido reconocer las referencias, aunque para nosotros no sean del todo claras ahora. A partir del v. 24 en adelante se da la impresión de que son los últimos días (para una opinión diferente ver el comentario sobre Mat. 24). En estos últimos días los poderes terrenales mayores simbolizados en el AT por el sol, la luna y las estrellas, caerán, y el Hijo del Hombre llegará en gloria para recoger a sus escogidos (26, 27). El extremo de la tierra sale de las imágenes de Dan. 7, aunque la frase puede hacer una leve alusión a la misión a los gentiles. No puede ser sencillamente una referencia a la acción de reunir a todos los judíos fieles de todo el mundo.
Este tiempo, aparentemente, ocurre mucho después del período de las guerras judías de 70 d. de J.C. aunque son el cuadro más amplio del juicio que seguiría al final de los tiempos, así como el verano sigue a la primavera en Palestina. Es bastante incierto que el brotar de la higuera en este lugar haga alusión al regreso de los judíos a la Palestina y el restablecimiento del Estado de Israel. Más bien puede ser otro proverbio popular que se usa en muchos lugares, aunque en los países occidentales no se conoce.
Como sucede con frecuencia en las profecías del AT, Jesús pasó directamente de ese momento cercano, al futuro distante; es como si hubiésemos visto dos grandes cumbres de montañas, y no el gran valle que los separaba. Por esta razón Jesús pudo decir que esta generación no pasaría hasta que se cumpliese este primer conjunto de señales. Muchos de los que lo escuchaban seguirían en vida en 70 d. de J.C. Es poco probable que esta generación se refiera a la sobrevivencia del pueblo judío en su totalidad, pero aquellos que comprenden esta frase como refiriéndose tanto al futuro inmediato como al distante lo comprenden de esta manera.
Así como al libro del Apoc. con
frecuencia se le llama “la Revelación” (lo que significa “quitarle el velo al
futuro”), así igualmente a este capítulo se le denomina “el pequeño
apocalipsis”, ya que en él Jesús también revela el futuro. Hay que recordar
tres cosas al leer este capítulo. Primera, que no es posible expresar las cosas
como son en tiempos de peligros políticos. Segunda, que el lenguaje simbólico
se usa para revelarnos las cosas, no para confundirnos; no tiene nada de
“misterioso”. Tercera, todo tiene el propósito de hacernos cristianos más
fieles en el momento presente, no para que estemos capacitados para profetizar
o especular acerca del futuro lejano (37). Esto se demuestra por el hecho de
que ni aun el Hijo (y este es otro lugar donde Jesús afirma una relación única
con Dios) conoce la fecha de estas cosas (32). Sin embargo, tenemos una
promesa, que cuando todo tiembla, las palabras de Jesús permanecerán (31), un
dicho que se usa con las Palabras de Dios mismo en el AT.
Pastor
Edson Inga
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