TENER UN VERDADERO ENCUENTRO CON DIOS




UN VERDADERO ENCUENTRO CON DIOS
INTRODUCCIÓN:

1.      Un “ENCUENTRO” como el que vamos a vivir durante estas próximas 48 horas, es diferente a un Congreso o Seminario.
2.      Un congreso o Seminario, es un espacio donde las personas van a incrementar sus conocimientos bíblicos o de otra índole.
3.      El “ENCUENTRO”, es un espacio donde el hijo de Dios, viene a vivir una experiencia profunda con el Espíritu Santo.
4.      Tan profunda será la experiencia que ustedes vivirán en estos días, que muchos de ustedes van a hablar de su vida del antes y del después del “ENCUENTRO”.
5.      La profundidad de su experiencia con el Espíritu Santo, se debe al hecho que, aunque usted ha decidido venir a este encuentro, es el Espíritu Santo de Dios, quien está más interesado que usted mismo, en “encontrarse” con usted.
6.      Por tal razón, dado que el Espíritu Santo es el principal interesado en tener un profundo “encuentro” con usted, es que es de suma importancia que usted prepare su corazón y lo disponga a la voz del Espíritu de Dios.
7.      El ser humano está muy necesitado de la voz del Espíritu Santo, pues su espíritu necesita ser vivificado, a través de una relación profunda con Dios.
8.      Cuando el ser humano pasa por momentos difíciles en su vida, es cuando mejor se da cuenta de su necesidad de tener una relación profunda con el Espíritu Santo.
JOB

Ø  Job, es un personaje del Antiguo testamento, se caracterizaba por que era un hombre recto y temeroso de Dios, además era multimillonario y tenía 7 hijos y 3 hijas (Job 1:1-3). Este varón vivió una experiencia desastrosa en un solo día, se le quemaron sus sembrados, se le incineraron sus miles de animales, es decir todo el capital de su trabajo.  Y por si eso fuera poco, en ese mismo día sus amados hijos murieron aplastados por el derrumbe de su casa, perdiéndolos para siempre.
Ø  Ante tan trágico suceso, Job desgarra su corazón, con llamado desesperado: “¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla.  Expondría mi causa delante de Él” (Job 23:3-4).
Ø  Dígame usted, si Job no necesitaba encontrarse con Dios.

§  USTED ESTÁ NECESITADO DE DIOS

Ø  Seguramente, Usted ha llegado hasta este lugar, con algunas dificultades que le están preocupando, o que han herido y destrozado su corazón.
Ø  Tal vez, al igual que Job, usted también está clamando: ¿Dónde estás Dios? ¡Yo iría hasta tu silla para exponer mi problema delante de ti!
Ø  Ante esta pregunta, la palabra de Dios nos dice: “Ciertamente Él no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27).
Ø  Sin embargo, para encontrarnos con Dios, debemos hacerlo de todo corazón.  El profeta Jeremías tenía la clave: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13).

1. PERSONAS QUE DESEARON ENCONTRARSE CON DIOS:

A. JACOB
ESCAPA DE SU HOGAR
Jacob salió de su casa escapando por su vida.  Su hermano Esaú quería asesinarlo por el engaño de que fue objeto.

SE ENCUENTRA CON LABÁN
Ø  Llegando a casa de su tío Labán, es engañado por este, haciéndole trabajar por 7 años, para entregarle una mujer por esposa, que no era la que él amaba.
Ø  Entrega 21 años de trabajo en casa de su tío, engañando y siendo engañado en el negocio de la ganadería.
Ø  Su familia había crecido enormemente.  Contaba con cuatro  esposas y once hijos, a quienes amaba con todo su corazón.

SU ENCUENTRO CON ESAÚ
Ø  Finalmente cuando decide volver a la casa de sus padres, sabe que su hermano Esaú, con quien tenía cuentas pendientes, lo va a encontrar.  Se pone nervioso, piensa en sus esposas y en sus hijos.  ¿Qué les va a suceder?
Ø  El corazón de Jacob se encuentra lleno de enigmas, de ataduras, de complejos, de temores, de todo tipo de necesidades.

SU EXPERIENCIA EN PENIEL
Ø  Por esa razón, se ve obligado a tener un “ENCUENTRO” con Dios en un paraje solitario y nocturno llamado “Peniel”.
Ø  Era tanta la desesperación de Jacob de encontrarse con Dios que intentando el ángel soltarse de él, Jacob no lo deja ir diciendo: “No te dejaré sino me bendices” (Génesis 32:26).
Ø  Jacob sabía que era su única oportunidad de ser atendido por Dios, en medio de sus conflictos internos y necesidades familiares.
Ø  Jacob decidió “ENCONTRARSE” con Dios, por lo que recibió la bendición que tanto necesitaba.

B. DAVID

Ø  David un pastor de ovejas, asume el reinado de Israel, pero algo sucedió en su corazón, que se deslumbró con su cargo.
Ø  La palabra dice: “en el tiempo en que los reyes salen a la guerra…, David se quedó en Jerusalén” (2 Samuel 11:1). Fue en ese momento, cuando al caminar en sus terrazas, fijó su vista en una hermosa mujer, la esposa de uno de sus generales.

SU TENTACIÓN
Ø  Fue muy atractivo este cuadro para David, pues se trataba de una dama que se bañaba y asoleaba en su casa. Su corazón se llenó de concupiscencia, y urdió la forma de adulterar con ella.
Ø  De esta relación se desprendieron algunas consecuencias muy desagradables.
·        El asesinato de su general Urías.
·        El nacimiento de un hijo por una relación de pecado.
Ø  El rey David, quiso ocultar este hecho, sin embargo, de Dios no se pudo ocultar nada, y pronto salió  a luz.

NADA OCULTO QUE NO SEA REVELADO
Ø  El profeta Natán recibe de Dios esa revelación, y enfrenta el pecado de David, diciéndole que el hijo que nacería, moriría.
Ø  David entró en una depresión tan grande, que no comió durante siete días.


SU HUMILLACIÓN
Ø  David hace conciencia de su pecado y nota que Dios se había alejado de él por esta situación, David clama con toda su alma: “Ten piedad de mí, OH Dios, conforme a tu misericordia…, vuélveme el gozo de tu salvación” (Salmos 51:1-12).
Ø  David conocía bien la presencia de Dios y  sabía lo que era deleitarse en ella.  Ahora la había perdido.  Dios se había alejado de él.
Ø  Por esa razón buscó a Dios con todo su corazón, humillándose hasta el máximo, por  conseguir lo que había perdido: LA PRESENCIA DE DIOS.

2. PERSONAS QUE NO PENSARON ENCONTRARSE CON DIOS:

A. ISAÍAS

Ø  Isaías, Profeta del A.T.  jamás pensó en tener un encuentro con Dios, y ver con sus ojos la magnificencia de su gloria.
Ø  Sin embargo cuando ministraba al Señor, tuvo una visión incomparable: “En el año en que murió el rey Uzias, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de Él había serafines…, Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales (bisagras) de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! Que soy muerto” (Isaías 6:1-5).
Ø  Al encontrarse con Dios en una forma tan real, Isaías queda como muerto, sin fuerzas.  Mas el Señor lo levanta y lo fortalece.
Ø  Para Isaías era muy necesario que Dios se mostrara a su vida, por la inmensa responsabilidad que tenía como profeta de Dios.

B. DANIEL

Ø  Daniel se encontraba preocupado por el futuro de su pueblo Israel.  En medio de sus preocupaciones, el Señor le revela el futuro de su pueblo: “Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.  Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud” (Daniel 10:5-6).
Ø  Toda persona que se humilla y se dispone a lo que el Señor quiera hacer con uno, recibe respuesta de Dios.
Ø  Daniel recibió respuesta porque: “desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras” (Daniel 10:12).

C. JUAN

Ø  Juan el Apóstol, se encontraba deportado y solitario en la isla de Patmos, anciano ya de unos 92 años.  Era el único de los apóstoles del Cordero que se encontraba con vida.
Ø  Un día , se encontraba en oración, y de pronto, dice el mismo:
“Oí detrás de mi una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último…, y me volví para oír la voz..., vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llega hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.  Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; Y pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno, y su voz como estruendo de muchas aguas…, cuando le vi, caí como muerto a sus pies” (Apocalipsis 1:10-17).
Ø  He aquí otra persona que no pensaba encontrarse con Dios, pero el Señor tenía tremendos propósitos con él.
Ø  Dios tiene tremendos propósitos contigo. Dios se quiere encontrar contigo. Él quiere usarte para grandes cosas.  Permítele en este “Encuentro” que hable y te guíe acorde a su voluntad.

D. SAULO DE TARSO

Ø  Saulo, de padres israelitas, de nacionalidad romana, miembro del Sanedrín, con una gran estatura social, jamás pensó ni deseó encontrarse con Cristo Jesús.  Es más, lo odiaba.
Ø  Sin embargo, Dios tenía un plan maravilloso para su vida.  Dios sabía la forma como lo podía tratar, pues su corazón se encontraba lleno de orgullo, amenazas, vanagloria y odios. ”Respirando aún amenazas” (Hechos 9:1).

EL RESPLANDOR: LO CEGÓ
Ø  El Señor necesitó “cegarlo” para poder tratar con su vida “repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo…, y abriendo los ojos, no veía a nadie” (Hechos 9:3-8).
Ø  El Señor conocía su orgulloso corazón, y decidió tocarlo duramente, porque lo amaba.  De alguna forma tenia que hacerlo mirar a Dios.


LA VOZ: LO SUJETÓ
Ø  “y cayendo a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿porqué me persigues?...,  él temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? (Hechos 9:4-5).
Ø  La palabra de autoridad, le fue necesaria.  El Señor tenía que tratarlo con autoridad y poder, por lo que Saulo no tuvo más alternativa que colocar sus oídos atentos a la Palabra del Señor.

LA INSTRUCCIÓN: LO DISCIPULÓ
Ø  “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” (Hechos 9:6).  Ananías lo estaba esperando.
Ø  Eso era exactamente lo que Saulo necesitaba.  Un discipulado estricto y verdadero.
Ø  No solo basta caer a los pies del Señor y recibir instrucciones.  Todo hijo de Dios necesita ser discipulado, es decir instruido por un hermano mayor para que logre vivir las instrucciones que recibe del Señor.
Ø  Durante tres días, en un estado de ceguera, Saulo de Tarso estuvo recibiendo instrucciones y teniendo un trato directo con Dios.


3. ¿QUÉ ACTITUD SE DEBE TOMAR EN EL ENCUENTRO?

Ø  La misma actitud que asumieron los personajes bíblicos ya aludidos.

·        ABRA SU CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO.
·        DÉJESE LLEVAR EN ESTOS TRES DÍAS.
·        PERMÍTALE AL ESPÍRITU  SANTO HABLARLE Y TRATARLO.
·        HABRÁ ALGUNAS ESCAMAS DE CEGUERA QUE CAERÁN.

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