DIFERENCIA ENTRE PREDICACIÓN Y ENSEÑANZA
Diferencia
entre Predicación y
Enseñanza
Por el título
de este Módulo ya anticipamos que hay diferencia entre PREDICACIÓN y ENSEÑANZA.
Encontraremos
el contenido de la PREDICACIÓN y luego de la ENSEÑANZA.
Luego
presentaremos las diferencias entre ellas.
Pero hay que
hacer algo antes: Debemos saber primero que es la PALABRA de Dios entregada
tanto en la predicación como en la enseñanza. Vamos primero con esto.
LA
PALABRA DE DIOS
La Palabra de Dios es lo más firme que hay en el
Universo. Tiene las mismas
características que el Creador, ya que es Su Palabra. Por eso podríamos
enumerar que la Palabra
de Dios es:
A) Eterna
- Atemporal
B) Infalible
C) Perfecta
D) Santa
E) Crea Vida
F) Tiene Poder
Básicamente la Palabra tiene dos estados:
1. Palabra logos
2. Palabra Rhema
1. La Palabra logos, es aquella que puede ser captada por el intelecto. Logos es el término usado en el idioma
griego para indicar conocimiento. De manera que la Palabra debe estar presente
en el estado logos para que podamos
percibirla con nuestros sentidos –ojos y oídos- y apropiarnos de ella. Pero
seguidamente la Palabra
debe pasar al otro estado, rhema,
para que podamos incorporarla a nuestra vida. Sabemos perfectamente que no se
salva el oidor de la Palabra
sino el hacedor, el que es practicante, el que vive la Palabra ; pero no tenemos
modo de llegar allí sino por medio de la misma Palabra logos, transformada en rhema.
El pueblo de Israel trató por generaciones
enteras de adecuarse al cumplimiento de la Palabra de Dios pero no pudo, siempre les resultó
un fracaso y una frustración dado que la Palabra estaba para ellos solamente en estado logos. Podían conocer intelectualmente
qué quería Dios de ellos, pero estaban inhabilitados para vivir esa Palabra
dado que la Palabra
no cambiaba de estado dentro de ellos, no se producía el rhema (revelación).
“Por
lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel. Después de aquellos
días, dice el Señor. Pondré mis leyes en
la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por
Dios, y ellos me serán a mí por pueblo...”
Hebreos 8:10
El propósito de Dios fue mostrar con esto que el
hombre no puede ser salvo por sí mismo (Romanos 7:7-11). Ni siquiera por ser
voluntariamente tan religioso y obediente como para no necesitar nada de Él. De
manera que llegamos así a obtener la salvación solo por la gracia de Dios
(Gálatas 6:4-6), lo cual es un regalo.
2. La Palabra rhema, en cambio, es la
Palabra revelada. No es la interpretación de la Palabra , sino su transformación
en carne y vida en la persona. El ejemplo:
“Él
les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy?. Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú
eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”
Mateo
16:15-17
ü ¿Acaso no
había dicho Jesús que Él era el Cristo? (Juan 14:6-7,10-11)
ü ¿Ellos no
habían escuchado en las sinagogas toda su vida que vendría el Hijo de Dios a
este pueblo? (Lucas 4:18-19)
ü ¿No era
entonces demasiado obvio lo que preguntaba Jesús como para decirle a Pedro que
acababa de tener una magnífica revelación dada por el Padre?.
ü ¿Dónde
estaba realmente la diferencia?.
La principal diferencia fue que la Palabra logos
acerca del Mesías dentro de Pedro había cambiado de estado, ahora era rhema.
Lo mismo que había escuchado por años y que había sido depositado en su
intelecto, en su conocimiento, había tenido una transformación profunda, la Palabra había cambiado de estado.
Debemos decir que esto fue lo que impidió a los
judíos ver en Jesús al Cristo; aún hasta el día de hoy. Ellos tenían y tienen
un profundo conocimiento logos de la Palabra , es más, los
fariseos tenían sus títulos de doctores en tal conocimiento. Podían dar
cátedras acerca de todo lo que significara conocimiento intelectual de la Palabra , pero esa misma
Palabra necesitaba ser revelada para que ellos accedieran al rhema, a la esencia, al entendimiento
espiritual de Dios.
-
¿No vemos
acaso hoy mismo estos dos estados marcados en las personas? Tienen el
conocimiento intelectual de la teología pero no tienen la revelación de Dios.
Tienen el conocimiento en las letras bíblicas acerca de que es la iglesia de
Jesucristo pero en la práctica no pueden disfrutarla
-
¿Cuál será
entonces la dificultad?
-
Son complejas estas cosas pero una de las
dificultades es que actualmente se ha puesto énfasis en el estudio sistemático
de la Palabra
(logos), sin tener en cuenta que la Palabra debe estar en dos
estados y no solo en uno.
-
Pero
algunos ni se han enterado que la
Palabra tiene dos estados.
-
Exactamente, la falta de conocimiento y relación
con Dios ha provocado distorsión en la comprensión de qué es la Palabra de Dios. Y una
cosa lleva a la otra y viceversa. Cuando digo conocimiento no estoy diciendo
más letras, sino más experiencias cercanas, reales, con la vida del Creador.
-
¿Entonces
por donde empezamos?
-
Rindiendo nuestra vida a Dios de tal manera que
podamos escuchar Su voz, luego esto se confirmará por medio de La Biblia, Su
Palabra.
-
¿Tiene alguna razón fuerte para afirmar esta
declaración?
-
Sí. Dios es
Espíritu y los que quieren conocerlo y adorarlo solo pueden hacerlo en el
espíritu (Juan 4:22-24; 1 Juan 4:7), no hay otra manera.
-
¿Cómo se complementa esto con el estudio de la Palabra ?
-
El complemento es posible cuando dejamos que la Palabra logos atraviese nuestra vida
convirtiéndose en rhema. Es más,
decimos que es necesaria la
Palabra logos para
adquirir la Palabra
rhema.
-
Parece así
que el problema surge cuando solamente contamos con la Palabra logos.
-
Exactamente. ¿No ha visto a los egresados de
seminarios hacerse cargo de iglesias y predicar sin más?
-
Si. ¿Cuál
es la dificultad?
-
La dificultad es que las instituciones
religiosas creen que pueden clonar predicadores indefinidamente, brindándoles
solamente Palabra logos. Les hacen
rendir unas materias, como si fuera una Universidad y con eso dicen: Basta,
suficiente, aprobó un conjunto de materias importantes, ya está. ¿Solamente
con lo que venimos diciendo cree que eso es suficiente?
-
Evidentemente
no es suficiente; y lamentablemente ese es el mejor parámetro que tenemos
actualmente.
-
¡Y este es el mejor de los casos!. Hay casos en
los que ni siquiera conocen teóricamente La Biblia, pero son predicadores.
Espere a que veamos qué persona debe ser el ministro de la Palabra y cuales sus
características necesarias y se caerá de espalda.
-
¿Entonces
donde ha comenzado todo esto que ahora no nos sirve?
-
Creo que comenzó en el momento que pensamos que
solamente podemos tener una iglesia a nuestra imagen y semejanza y no a la
imagen y semejanza de Cristo (Efesios 4; 1 Corintios 12; Romanos 12). Bien, vamos a otro tema.
Se dice que a las maravillas de Dios se las
pueden observar a través de sus obras en la creación, de la historia del pueblo
de Israel y también por la maravillosa Palabra escrita compilada en lo que
nosotros conocemos como Biblia.
El Antiguo
Testamento consta de treinta y nueve libros. Es el conjunto de cinco
libros primeros, llamado Pentateuco lo que aparece al comienzo de La Biblia.
Desde allí los autores que siguieron no escribieron de forma aislada e independiente,
sino que edificaron sobre los escritos que le precedían. El Antiguo Testamento
contiene casi todas las revelaciones doctrinales, sobre la salvación a través
de un Salvador, sobre el reinado del Mesías Príncipe; inclusive, la revelación
sobre el nuevo cielo y la nueva tierra se encuentra allí.
En el Nuevo
Testamento hallamos que la única revelación nueva es el misterio del Cuerpo de
Cristo.
Efesios nos dice que ese Cuerpo se compone de judíos y gentiles (pueblo elegido
y demás pueblos). Podemos decir que con excepción de esta revelación, todo lo
que contiene el Nuevo Testamento se encuentra en el Antiguo Testamento. Algunos
pasajes del Nuevo Testamento son citas textuales del Antiguo Testamento, y
otros hacen referencia directa a los mismos. En el Nuevo Testamento se hace
referencia más de mil quinientas veces al Antiguo Testamento.
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO CONFORMAN UNA
UNIDAD
Necesitamos entender en qué consiste el
MINISTERIO DE LA PALABRA.
Para esto hay que decir de plano que si alguien
aparece diciendo que tiene una revelación exclusiva, que no esté ya descripta
por el Antiguo ni el Nuevo Testamento estamos frente a una herejía, lo cual es
una mentira o un engaño que distorsionará el mensaje.
Ninguna Palabra divina actual puede prescindir de la Palabra bíblica.
Decimos estos porque hay personas que
creen que cuando Dios terminó de escribir la Biblia se quedó mudo. Esto parece risueño
pero no lo es. Dios sigue hablando, sigue obrando poderosamente y edificando Su
edificio espiritual (la iglesia) hasta el fin de los tiempos, pero nada,
absolutamente nada de lo que diga hoy puede contradecir ni refutar lo que nos
ha legado por Escrito como Palabra suya a través de La Biblia.
La luz
siempre sale de las Palabras precedentes. Las Palabras escritas
en La Biblia se encuentran edificadas una sobre otras desde el principio con el
Pentateuco (los cinco libros de Moisés). Pero es significativo recordar que los
diez mandamientos fueron escritos por el mismo Dios en persona y Moisés se
encargó solo de mostrárselos al pueblo.
Viene bien decir con la misma Biblia lo que
afirmamos arriba:
“Él recibió honor y gloria de
parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella
voz que dijo: ‘Este es mi Hijo amado;
estoy muy complacido con él’. Nosotros mismos oímos esa voz que vino del
cielo cuando estábamos con él en el monte santo. Esto ha venido a
confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien en
prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que
despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones. Ante todo, tengan muy presente que ninguna
profecía de la Escritura
surge de la interpretación particular de nadie. Porque la profecía no ha
tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte
de Dios, impulsados por el Espíritu”.
Biblia
Nueva Versión Internacional 2
Pedro 1:20
SE PRECISA
MANTENER ESTE RESGUARDO
PARA QUE
NO ACEPTEMOS CUALQUIER
PALABRA
QUE SEA
PRONUNCIADA EN NOMBRE
DEL SEÑOR.
Los discípulos de Jesús, ellos mismos estaban
escuchando las palabras pronunciadas desde el cielo sobre Jesús, pero
inmediatamente la relacionaron, confirmando esas Palabras con lo dicho por los
profetas varios siglos antes. Ellos no aceptaban cualquier cosa, ni siquiera
presenciado un acto sobrenatural sobre Jesús.
¡Qué cuidado!.
¡Qué reverencia a la genuina Palabra de Dios!.
¡Qué ejemplo!
Dios no se
contradice. Dios no miente. La
Palabra de Dios es firme.
Es importante estar familiarizados con toda la Palabra de Dios, tanto en
el Antiguo como con el Nuevo Testamento. Si nunca hemos oído lo que Dios dijo
en el pasado, no podremos obtener la revelación ahora. Una revelación trae otra
revelación, pues no es algo aislado que surge de la nada.
En el Salmo 68:18 se nos muestra que en la
ascensión del Señor Jesús dio dones a los hombres. Pablo toma esta Palabra del
Antiguo Testamento como base y la desarrolla en los capítulos 1 y 4 de Efesios.
En el capítulo 1 se nos dice que el Señor Jesús ascendió a lo alto y que está
sentado a la diestra de Dios el Padre (v.20); y en el capítulo 4, vemos que en
la ascensión el Señor Jesús llevó cautiva la cautividad de los cautivos que
estaban bajo el mando del enemigo y dio dones a los hombres. Si leemos el
contexto cercano, descubriremos que Pedro dijo exactamente lo mismo en el día
de Pentecostés. Leemos:
“Así
que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa
del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”. Hechos 2:33
El
mensaje que proclamó Pedro en el día de Pentecostés en cuanto al derramamiento
del Espíritu, al igual que el que expresó Pablo en Efesios en cuanto a la
ascensión del Señor, y a la dádiva de los dones para la edificación de la
iglesia, tienen como base el conocimiento que ellos tenían de la luz revelada
en el Salmo 68. Dios no le dio a Pablo una luz directa. La luz estaba en
el Salmo 68, y Dios se la reveló. Para poder recibir esta luz, era necesario
conocer el Salmo 68. Debemos recordar que Dios ocultó la luz que estaba en este
Salmo por mucho tiempo, pero un día abrió este pasaje y reveló su luz a los
hombres. Fue así como el hombre llegó a conocer esta verdad. Pedro y Pablo eran
hombres llenos de revelación, pero la revelación que recibieron no salió de la
nada.
El
libro de Hebreos es otra prueba irrefutable que presenta claramente el
significado de los sacrificios que se ofrecían en el Antiguo Testamento y nos
muestra que el señor Jesús es el único sacrificio aceptable delante de Dios. Si
no entendemos los sacrificios en el Antiguo Testamento, tampoco entenderemos
cómo el Señor Jesús se dio a Sí mismo en sacrificio. La luz de Dios estaba en
aquellos sacrificios antiguos. Si el escritor de Hebreos no hubiera entendido
las revelaciones del Antiguo Testamento sencillamente no habría entendido el
concepto medular del propósito de Dios en Jesucristo ni hubiera podido escribir
este libro.
Es importante darse cuenta que el Antiguo y Nuevo Testamento
son portadores de la luz de Dios. Si no los entendemos,
no podremos satisfacer la necesidad actual. La Palabra de Dios es
indivisible, es el lugar donde se almacena la luz de Dios y la fuente desde la
cual brilla.
El
ministro de la Palabra
no solo debe conocer la
Palabra bíblica, sino que además Dios tiene que habérsela
abierto y explicado debidamente. Pero ¿Cómo explica Dios Su Palabra? ¿Cómo
interpretaron el Antiguo Testamento los ministros del Nuevo Testamento? Tenemos
por lo menos tres clases de interpretaciones.
1- La interpretación de las
profecías
2- La interpretación de la
historia
3- La interpretación por
síntesis.
Al leer el Antiguo Testamento, los ministros del
Nuevo Testamento tenían ante ellos las profecías,
combinadas con la historia y el compendio de algunos pasajes afines; sin
embargo, todo esto necesitaba la correlación y la intervención del Espíritu
Santo para que llegara a ser un todo como lo conocemos hoy.
En Mateo 2:18 leemos:
“Voz fue
oída en Ramá, llanto y lamento grande, Raquel que llora a sus hijos, y no quiso
ser consolada, porque ya no existen”.
Esta es una cita de Jeremías 31:15. Al leer este
pasaje, nunca se nos hubiera ocurrido que se refería a lo que hizo Herodes
tratando de matar al niño Jesús. Sin embargo, debido a que el Espíritu Santo lo
compendió históricamente y se lo mostró a Mateo ahora conocemos su significado.
En Mateo 8 hay registros que Jesús sanaba
enfermedades y echaba fuera demonios, y el versículo 17 cita a Isaías 53:4,
diciendo...
“Él mismo
tomó nuestras debilidades, y llevó nuestras enfermedades...”
La revelación que recibió Mateo fue en base a la Palabra que recibió de
Isaías.
El ministerio de la Palabra de Dios tiene como
base lo que Dios ya expresó; sin embargo, tiene que ser revelada a los
ministros a fin de que sea lo que anuncian. Sin revelación, cualquier cita que
se haga de la Escritura
es simplemente una mención artificial, lo cual no alcanza a ministrar con la Palabra a los oyentes. Así
que necesitamos el fundamento y también la interpretación apropiada de parte
del Espíritu.
Con estos pocos elementos mostramos como la
interpretación de las profecías fue fundamental en los autores del Nuevo
Testamento. Ahora lo haremos brevemente con la parte histórica.
Casi resulta fácil reconocer algunos pasajes del
Nuevo Testamento que aluden a hechos históricos del Antiguo. Pablo lo hace en 1
Timoteo 2:11-14 donde menciona a Adán y Eva. Resalta el hecho de que Adán no
fuera tentado primero, sino que Eva fuera la que cayera primero, luego Adán fue
tentado por Eva. El Antiguo Testamento narra este hecho y el Nuevo Testamento
nos muestra una revelación dada por el Espíritu Santo, el cual resalta que la
mujer no debe ser cabeza de la iglesia, ni debe predominar sobre el hombre.
Esto establece un principio básico y nos muestra un patrón. Siempre que la
mujer asume el mando, el pecado se introduce. Este hecho parte de la historia
de Adán y Eva, pero al ser revelado, se convierte en la base para ministrar con
la Palabra en
Pablo.
Pedro en el día de Pentecostés, mientras el
Espíritu había sido derramado sobre ciento veinte personas, él hace una
síntesis obrando como ministro de la
Palabra para explicar y fundamentar lo que ocurría.
Pedro citó conjuntamente a Joel 2, Salmos 16 y
Salmos 110. El no hizo un análisis exhaustivo de uno de ellos sino una síntesis de los tres, de allí brotó la
luz de la bendita Palabra de Dios.
Es una
evidencia que para instruir y FORMAR una Iglesia de DISCIPULOS necesitamos tanto de la PREDICACIÓN como de la ENSEÑANZA.
Encontrar las diferencias tiene el sólo propósito de ayudarnos a usarlas como
herramientas en el momento y lugar adecuados.
LA
PREDICACIÓN
Predicar viene del Griego kerússo cuyo significado es: proclamar (como proclamador público), específicamente verdad divina (el evangelio):-predicar, pregonar (hacer notorio en voz alta algo para que llegue a conocimiento de todos, Publicar lo que estaba oculto o lo que debía callarse. Alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de alguien), proclamar, publicar, heraldo = Mensajero, aquello que anuncia algo que va a suceder.
Predicar viene del Griego kerússo cuyo significado es: proclamar (como proclamador público), específicamente verdad divina (el evangelio):-predicar, pregonar (hacer notorio en voz alta algo para que llegue a conocimiento de todos, Publicar lo que estaba oculto o lo que debía callarse. Alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de alguien), proclamar, publicar, heraldo = Mensajero, aquello que anuncia algo que va a suceder.
- Predicación
es cuando Dios nos da una Palabra para una vida o vidas y en obediencia
anunciamos ese mensaje. Esta Palabra puede ser y debe ser por medio de las
Sagradas Escrituras. Aun cuando la Palabra venga a nosotros en forma profética,
esta debe ser totalmente respaldada por las Sagradas Escrituras, de no serlo,
entonces no es Palabra de Dios sino que es simplemente palabra de hombre.
- Cuando vamos a predicar debemos orar primero y preguntarle al Señor que mensaje tiene el para Su Iglesia en esta ocasión. No se debe escoger el tema solo por deseo propio o por algo que esté pasando en la iglesia o en nuestro alrededor.
- Al estar orando, Dios desarrolla la Palabra dentro de nosotros; nos pone un sentir especial por ella, nos inquieta en un tema, nos mueve a leer cierto pasaje bíblico o nos detiene cuando estamos leyendo la Biblia y nos inquietad a que la estudiemos con más cuidado.
- La Palabra se trae en una forma directa al corazón del oyente. Es Dios hablando a la necesidad presente, es Dios trayendo una respuesta, una guianza a la situación actual. Es un Dios que habla hoy, a problemas y situaciones de hoy día. La Palabra no se trae en forma de que la persona adquiera conocimiento sino en que la persona reciba palabra de Dios como el que trae un telegrama de parte de alguien. No es solo decir “Dios te dice hoy que” sino hablar con seguridad el mensaje que la Santa Palabra nos indica.
- La predicación no es una palabra vacía, no es una comedia, no es para entretener al oyente, no es para convencerle a que piense como nosotros ni tampoco es para maltratarlo y golpearlo con la Biblia. Y mucho menos es para manipular. No es tampoco una forma de leer pensamientos, o tratar de ver si estamos revelando algo nuevo o secreto. Es sencillamente traer el mensaje de Dios y nada más.
- En la predicación, Dios mueve al hombre hacia el camino correcto. En la predicación Dios va transformando el corazón del hombre, se vuelve como el barro en manos del alfarero. Es la Palabra de Dios golpeando contra la piedra. Cuando esa Palabra toca nuestro espíritu, jamás podemos volver a ser iguales.
- Cuando vamos a predicar debemos orar primero y preguntarle al Señor que mensaje tiene el para Su Iglesia en esta ocasión. No se debe escoger el tema solo por deseo propio o por algo que esté pasando en la iglesia o en nuestro alrededor.
- Al estar orando, Dios desarrolla la Palabra dentro de nosotros; nos pone un sentir especial por ella, nos inquieta en un tema, nos mueve a leer cierto pasaje bíblico o nos detiene cuando estamos leyendo la Biblia y nos inquietad a que la estudiemos con más cuidado.
- La Palabra se trae en una forma directa al corazón del oyente. Es Dios hablando a la necesidad presente, es Dios trayendo una respuesta, una guianza a la situación actual. Es un Dios que habla hoy, a problemas y situaciones de hoy día. La Palabra no se trae en forma de que la persona adquiera conocimiento sino en que la persona reciba palabra de Dios como el que trae un telegrama de parte de alguien. No es solo decir “Dios te dice hoy que” sino hablar con seguridad el mensaje que la Santa Palabra nos indica.
- La predicación no es una palabra vacía, no es una comedia, no es para entretener al oyente, no es para convencerle a que piense como nosotros ni tampoco es para maltratarlo y golpearlo con la Biblia. Y mucho menos es para manipular. No es tampoco una forma de leer pensamientos, o tratar de ver si estamos revelando algo nuevo o secreto. Es sencillamente traer el mensaje de Dios y nada más.
- En la predicación, Dios mueve al hombre hacia el camino correcto. En la predicación Dios va transformando el corazón del hombre, se vuelve como el barro en manos del alfarero. Es la Palabra de Dios golpeando contra la piedra. Cuando esa Palabra toca nuestro espíritu, jamás podemos volver a ser iguales.
La predicación exige una decisión, una determinación
por parte del oyente a comprometerse con Dios, aceptando Su propósito.
La predicación tiene el sentido –no de informar- sino de persuadir a las personas acerca del
propósito de Dios. Es por eso que se hace un llamado (cuando eso es oportuno)
para que las personas que fueron alcanzadas con la Palabra abran su corazón al
Señor
LA ENSEÑANZA
Enseñar viene del Griego didaskalía que significa: instrucción (la función o la información):-enseñanza, enseñar, doctrina. También significa instructor (generalmente o específicamente):-doctor, maestro, padre (de familia). Forma prolongado de un verbo primario (aprender); enseñar (en la misma aplicación amplia):-enseñar, instruir, aprender.
"Enseñar" significa conducir al hombre a la experiencia más íntima con la voluntad divina, puesto que la doctrina afecta tanto al intelecto como a la voluntad humana. (Diccionario Bíblico).
Enseñar
es informar, mostrar, advertir, capacitar a las vidas de cosas que ellos
desconocen. Por ejemplo, el enseñar sobre el bautismo, o la santa cena, o el
plan de redención de Dios hacia el hombre. Aquí se trae conocimiento bíblico a
las vidas y se les saca de una vida de confusión y de oscuridad.
La enseñanza ungida liberta al cautivo. Le hace conocer la Verdad y la Verdad le hace libre. La enseñanza de la Palabra de Dios revelada hace las veces de la Palabra creativa de Dios: se deposita como una buena semilla en el corazón y la misma germina, dando hojas, flores y frutos. Porque la Palabra de Dios es creativa en sí misma.
En la enseñanza, nos ocupamos de traer la sana doctrina recordando que antes de ser fieles a una denominación tenemos que ser fieles a la pureza del evangelio. Tenemos que tener cuidado en no imponer nuestra manera de pensar. Sino tratar con toda sinceridad de mantenernos fieles a lo que la Santa Palabra presenta, nada más, y nada menos.
Dios espera de nosotros que al enseñar la Palabra nos dediquemos a estudiarla nosotros primero con diligencia, corazón humilde y en el espíritu, no en la carne.
Al enseñar, a diferencia de cuando predicamos, si podemos escoger un tema en especial que podemos seguir por varias semanas. También la enseñanza tiene que ser traída como cuando se construye un edificio, de nivel en nivel. Hay enseñanzas que un recién convertido no puede entender. Por esto Pablo habla de los que toman leche y de los que comen carne. Si tratamos de enseñar temas difíciles a un recién convertido, le podemos confundir. Pero no usemos esto como excusa para pensar que nunca debemos de darle más de comida solida a las ovejas, o para siempre estarlo dejando para después. Mas bien, es nuestro deber prepararles para poderles servir comida más fuerte. Y prepararnos nosotros para también poderlo hacer.
DIFERENCIAS ENTRE PREDICA Y ENSEÑANZA
La enseñanza ungida liberta al cautivo. Le hace conocer la Verdad y la Verdad le hace libre. La enseñanza de la Palabra de Dios revelada hace las veces de la Palabra creativa de Dios: se deposita como una buena semilla en el corazón y la misma germina, dando hojas, flores y frutos. Porque la Palabra de Dios es creativa en sí misma.
En la enseñanza, nos ocupamos de traer la sana doctrina recordando que antes de ser fieles a una denominación tenemos que ser fieles a la pureza del evangelio. Tenemos que tener cuidado en no imponer nuestra manera de pensar. Sino tratar con toda sinceridad de mantenernos fieles a lo que la Santa Palabra presenta, nada más, y nada menos.
Dios espera de nosotros que al enseñar la Palabra nos dediquemos a estudiarla nosotros primero con diligencia, corazón humilde y en el espíritu, no en la carne.
Al enseñar, a diferencia de cuando predicamos, si podemos escoger un tema en especial que podemos seguir por varias semanas. También la enseñanza tiene que ser traída como cuando se construye un edificio, de nivel en nivel. Hay enseñanzas que un recién convertido no puede entender. Por esto Pablo habla de los que toman leche y de los que comen carne. Si tratamos de enseñar temas difíciles a un recién convertido, le podemos confundir. Pero no usemos esto como excusa para pensar que nunca debemos de darle más de comida solida a las ovejas, o para siempre estarlo dejando para después. Mas bien, es nuestro deber prepararles para poderles servir comida más fuerte. Y prepararnos nosotros para también poderlo hacer.
DIFERENCIAS ENTRE PREDICA Y ENSEÑANZA
Al predicar se anuncia un mensaje, un mensaje actual, un mensaje personal. Al enseñar se transmite conocimientos bíblicos establecidos.
Si una persona solo escucha predicas y nunca recibe enseñanza, será transformada pero su crecimiento será débil.
Si una persona solo recibe enseñanza y nunca escucha predicas, su doctrina será solida y recibirá libertad espiritual pero su corazón no será transformado de la manera que Dios quiere.
El pastor debe velar que en la iglesia haya un balance en estas dos áreas.
Los pastores tendemos a ser más fuertes en un área que otra. De ser así, dejemos que los dones del Señor en la iglesia se desarrollen y demos más oportunidades a otros hermanos de enseñar y predicar.
La predicación y la enseñanza
He
puesto la predicación y la enseñanza
juntas porque ambas están relacionadas con la proclamación de la verdad
bíblica. La proclamación de la Palabra de Dios es una función primaria de la
iglesia. Algunos predicadores se dedican meramente a aconsejar desde el púlpito
o tratar cuestiones éticas. A veces los cristianos no aprenden mucho acerca de
la Biblia, y solo opinan acerca de lo que se enseña. Pero la función más
importante de la Iglesia es proclamar la Palabra de Dios en una forma
comprensible, directa y autoritativa.
Examinemos pasajes escogidos de las dos epístolas que Pablo le escribió
a Timoteo. Primera Timoteo nos habla de cómo tenemos que comportarnos y
funcionar en la iglesia (3:15), y ambas 1 y 2 Timoteo, hacen hincapié en que
tenemos que tener como prioridad la proclamación de la Palabra de Dios.
Primera
Timoteo 3:16 nos habla de la maravilla de la encarnación de Cristo Jesús: “E indiscutiblemente, grande es el misterio
de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto
de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba
en gloria” La predicación es uno de los elementos esenciales de la
manifestación de Dios en la carne. En el corazón de la iglesia está la
encarnación, y en el corazón de la encarnación está su proclamación. La
predicación tiene un lugar central en la vida de una Iglesia.
Pablo
le dijo a Timoteo que si les enseñaba a los hermanos la verdad sería un “buen
ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena
doctrina que has seguido” (1 Timoteo 4:6). Luego añade en el versículo
11: “Esto
manda y enseña”. En otras palabras: “Enseña con autoridad”.
En
1 Timoteo 4:13 Pablo continúa: “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura,
la exhortación y la enseñanza”. Le invitaba a Timoteo a que leyera la
Biblia, explicara sus doctrinas y exhortara a los creyentes a que la aplicaron.
Le recomendó que no descuidara la predicación (v. 14), sino que meditara en las
verdades de Dios (v. 15), las obedeciera y persistiera en ellas enseñándolas (v.
16).
Vemos
otra dimensión de la predicación y la enseñanza en 1 Timoteo 5:17: “Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y enseñar”. Eso indica que el liderazgo de
una iglesia debiera enfocarse en la predicación y en la enseñanza. Ciertamente,
la función primaria de la iglesia es la proclamación de la Palabra de Dios.
He
escuchado que algunas personas critican a nuestra iglesia, diciendo: “Allí
hay demasiada predicación y enseñanza y muy poco de otras cosas”. ¡NO puedo
ver cómo puede haber demasiada predicación
y enseñanza! La razón por la que hacemos tanto hincapié en la predicación y
la enseñanza es porque ellas ayudan a que todo lo demás tenga lugar. Tenemos
que conocer lo que la Biblia dice acerca de algo antes de saber cómo actuar. No
sabríamos cómo adorar, orar, evangelizar, discipular, pastorear, capacitar o
servir a menos que sepamos lo que dice la Palabra de Dios.
En
2 Timoteo 2:15 Pablo dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad”. Pablo quería que Timoteo interpretara la Palabra
correctamente. En 2 Timoteo 1:13 dice: “Retén la forma de las sana palabras que de
mí oíste”. La persona que proclama la Palabra de Dios debe ante todo
comprometerse él mismo con ella y luego predicarla.
Las
Escrituras hacen al creyente “sabio para la salvación” (2 Timoteo
3:15). La Palabra es “útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (vv.
16-17). Basado en esas realidades Pablo encarga: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo”
(2 Timoteo 4:2). En otras palabras: “Sé
diligente y esforzado en la proclamación de la Palabra de Dios. Predica en todo
tiempo. No te preocupes si los oyentes se sienten ofendidos por lo que dices”.
Pablo
entonces le recomienda que sea valiente cuando predique y “redarguye, reprende, exhorta con
toda paciencia y doctrina” (v. 2). La predicación debiera llevar a las
persona a enfrentar los fracasos en sus vidas, pero no podemos esperar que
ellos lleguen a una completa comprensión inmediatamente. En el proceso de la
predicación confrontante, debemos presentar principios bíblicos amplios. Es la
Palabra la que convence. Una de las funciones de la iglesia es predicar
pacientemente la Palabra de Dios en una forma directa a fin de que las personas
sean responsables ante Dios por hacer que sus vidas sean rectas.
Efesios
4:23 dice: “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Romanos 12:2: “No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
nuestro entendimiento”. Usted necesita tener la Palabra en su mente con
el fin de que se produzca la conducta recta. La predicación y la enseñanza de
la Palabra ponen a las Escrituras en primera fila en las mentes de las
personas; no hay nada que las pueda sustituir.
Predicación & Enseñanza
desde el principio
¿Qué rol jugaba la
predicación y la enseñanza en la iglesia primitiva? El pueblo de Dios
necesitaba una enseñanza profunda de la Palabra de Dios. Hechos 2:42 revela que
los primeros cristianos se dedicaron a sí mismos a las enseñanzas de los
apóstoles. El enseñar está enlistado como uno de los dones del Espíritu en 1
Corintios 12. Pablo urgió que si alguno tenía el don de enseñar, “se
le deje enseñar” (Ro 12:7). Aquellos ancianos que trabajan duro en
enseñar y predicar hasta deben ser apoyados financieramente por la iglesia (1
Tim 5:17).
1 Corintios 14 contiene
una prescripción detallada para la reunión típica de iglesia. Una de las
lecciones a aprender de 1 Corintios 14 es, que las reuniones de iglesia no
deben ser dominadas por una sola persona, sin importar cual sea su don
espiritual. Cada uno de los hermanos debe tener la oportunidad de contribuir a
la reunión. La enseñanza claramente está incluida en la lista de actividades
que pueden suceder, pero fue metida en la mezcla de manera maravillosamente
caballerosa (14:26). Claramente, las primeras reuniones de iglesia en casa no
estaban primeramente enfocadas en el estudio bíblico. En este contexto, si un
maestro dotado ejercía su don semanalmente de manera profunda, necesariamente
bloquearía las expresiones de los otros dones. Se le debe dar el mismo peso a
una variedad de contribuciones: cantar, testimonios, oración, profecía,
lenguas, enseñanzas, etc. Por ello cada enseñanza tendría que ser más corta, en
vez de más larga, para permitir que los demás dones sean ejercitados
libremente. Si la reunión de 1 Corintios 14 no es un tiempo para que los
superdotados maestros presenten enseñanzas compresivas, ¿entonces cuando es ese
tiempo?
La respuesta es simple.
Las enseñanzas intensas y largas deben ser hechas en reuniones especiales de
ministración, no durante la reunión regular. Las reuniones semanales de la
iglesia local deben enfocarse en los principios básicos del evangelio, seguidas
de un tiempo de ministración. La meta de todo ello es que sea para edificación
(1 Co 14:26).
En contraste a las
reuniones de iglesia, las reuniones en grupos pequeños o células generalmente
se enfocan en los dones individuales de una persona (o unos pocos), y puede ser
tan grande como la acomodación de la reunión lo permita. Es importante
asegurarse de que cada uno de los involucrados participen conscientes de que
tal reunión es la Iglesia misma. Es sencillamente una reunión de ministración.
Por ejemplo, por dos años
Pablo sostuvo discusiones diarias en la escuela de Tirano, con el resultado de
que todos los que vivían en la provincia de Asia escucharon la palabra del
Señor (He 19:9-10). Cuando estuvo en Roma, Pablo se alquiló una casa y desde
allí valientemente y sin impedimento predicó el Reino de Dios y enseñó sobre el
Señor Jesucristo (He 28:30-31). Estas reuniones de ministración no reemplazaron
las reuniones regulares de la iglesia local, sino que fueron un complemento de
ellas. Otro ejemplo de reuniones grandes de ministración era el ministerio
público de sanidades que los apóstoles desarrollaron en el Pórtico de Salomón
(He 5:12-16, 42). Grandes multitudes se reunían para escuchar el Evangelio y
traer a sus enfermos para ser sanados. Sin embargo, estos grandes servicios
diarios de predicación y sanidad no suplantaron a las reuniones más pequeñas y
regulares de la iglesia en casa (He 2:46, 8:3).
La manera occidental de
llevar a cabo un servicio de iglesia es muy parecida a algunas de las reuniones
de ministración del Nuevo Testamento. La misma es dominada por una persona
dotada, con una asistencia de grandes números de personas para beneficiarse de
su don. Estas reuniones de ministración puede que tengan que ver con enseñanza
bíblica, evangelismo, alabanza, sanidades, motivación, etc. Tales reuniones son
muy útiles y tienen su lugar correcto. Pero tales reuniones son finalmente
secundarias y opcionales. Primarias e indispensables son las reuniones de la Iglesia
local. Las reuniones de la iglesia local deben ser más pequeñas, participativas,
no enfocadas en el don de una sola persona.
La enseñanza y la
predicación son partes fundamentales para quien va creciendo en Cristo, y para
la persona cuyo espíritu y alma anhelan despertarse y descubrir quién es Dios,
que ha hecho, que hace y que hará en ellos. Efesios 5:14, Salmos 119:105,
Hebreos 4:12.Debemos de saber la distinción entre predicar y enseñar ya que ambas tienen el mismo fundamento, el cual es Cristo. 1ra Corintios 3:11. Pero cada una es aplicada en diferente forma, pero, para un mismo fin Efesios 4:12, si se realiza bajo la guianza del Espíritu. Juan 16:13.
Me gusta esta muy bonito
ResponderBorrarExcelente!!
BorrarBendiciones, Dios añada más sabiduría de la que tiene. Totalmente bendicido por este estudio.
ResponderBorrarSuper util gracias
ResponderBorrarBendiciones, por este estudio que Dios le de.mas sabiduría para edificación ala Iglesia
ResponderBorrarMuy nutrivo...gloria a Dios.
ResponderBorrarMuy bueno, aclaró muchas dudas que tenia. Te bendigo. Dios siga usandote para la edificación la ⛪
ResponderBorrarDios bendiga a cada uno que lee muy importante gracias a Dios por esta publicacion
ResponderBorrarAmén
ResponderBorrarMuy nutrida por la enseñanza, Dios siga llenando más y más su lámpara con aceite fresco.
ResponderBorrarSúper!
ResponderBorrarHola, muy buena información, pero le aconsejo y le recomiendo que cite el/los autor(es) originales de los párrafos utilizados en este post, no le pertenece a Ud., pues haberlo copiado y pegado sin dar crédito a quienes pertenecen es robar, y aún más si somos cristianos, debemos procurar hacer lo correcto.
ResponderBorrarMuchas gracias hermano por tan excelente enseñanza, muy muy completa, ufff me ayudó muchísimo y me despejó dudas, muchas gracias en el nombre de YAHSHUA HA MASHIAJ. Bendiciones hermano.
ResponderBorrarShalom
Wooo poderoso articulo son despersicio me ministro bastante y aprendí muchísimo
ResponderBorrarTengo mucha alegría y emoción en mí, soy torpey clare, he sido feliz con mi matrimonio, no hasta que mi esposo comenzó a escuchar chismes de mí no siendo fiel a nuestros votos matrimoniales, traté de hacerle entender que eran chismes y Miente, pero perdió el amor, la confianza y la confianza en nosotros. Así que nos convertimos en parejas fastidiosas, y luego solicitamos el divorcio, más tarde nos separamos. años después de nuestro divorcio, traté de vivir una vida normal sin él pero no pude, así que comencé una búsqueda sobre cómo recuperar a mi ex esposo, luego me refirieron, BaBa ogbogo, un gran hombre altamente espiritual que lanzó un hechizo de amor sobre mí e hizo que mi EX regresara a mí. Estoy abrumado, así que dejo aquí su contacto para aquellos que tienen problemas de relación y matrimonio, para que pueda ayudar con grandes trabajos. Correo electrónico: greatbabaogbogotemple@gmail.com. O su número de whatsapp ... + 234902018697 Ponte en contacto con él, mira lo grande y poderoso que es. También ayuda en estos asuntos ...
ResponderBorrar(1) Detener el divorcio.
(2) Poner fin a la esterilidad.
(3) Hechizo de buena suerte.
(4) Hechizo de matrimonio.
(5) Deshágase de los problemas espirituales.
El Señor teng misericordia de utes y que su Espiritu la conveza de pecad y se pueda arrepentir y ser libre de esas cadenas y demonios de hechicería usted y el tal BaBa.
BorrarDios te ama y quiere darte vida eterna entrega tu vida a él!!!
Señor Jesús hoy vengo ante ti, perdona mis pecados, inscribirme en el libro de la vida y nunca me borres, hoy te recibo en mi corazón como mi Señor y Salvado y quiero nacer de nuevo en el Nombre de Jesús Amén
Bonita intruccion
ResponderBorrarMuy importante aclaración, Dios les bendiga.
ResponderBorrarEres Cristiano catolico o hermano separado (protestante?)
ResponderBorrarCuánta sabiduría , no tiene fin conocer a nuestro Dios y su santa y bendita palabra ! Amén .Dios le bendiga y le siga dando sabiduría . Saludos .gracias
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